Este lunes 24 de mayo, el derechista Guillermo Lasso asumió la presidencia de Ecuador en un acto que comenzó a las 10.10 de la mañana en la Asamblea Nacional de Quito.
La toma de juramento estuvo a cargo de la presidenta de la Asamblea Nacional, Guadalupe Llori, quien también le impuso la banda presidencial y la condecoración del Gran Collar de la Orden Nacional al Mérito, el máximo galardón del Estado ecuatoriano
El rey Felipe VI de España, los presidentes de Brasil, Jair Bolsonaro; Haití, Jovenel Moise, y de República Dominicana, Luis Abinader, así como los cancilleres de Costa Rica, Nicaragua, Panamá, Uruguay, Guatemala, Bolivia, Argentina y España y otras altas autoridades de varios países participaron en dicha ceremonia.
Lasso, de 65 años, sustituyó así a Lenín Moreno, quien deja el poder tras cuatro años como presidente de un país agobiado por una aguda crisis económica y sanitaria, debido a la pandemia del coronavirus.
En su primer discurso como presidente de Ecuador, Lasso comenzó hablando sobre la pandemia de la COVID-19, donde aseguró que el país vecino ha atacado la pandemia de forma ineficiente y lo comparó con otros países en condiciones similares, donde encararon el virus en orden y libre de corrupción.
“Un país con lacerante desigualdades entre el mundo rural y el urbano. Un país que le ha fallado a su juventud en educación y en creación de oportunidades. Que mantiene el más humillante olvidado a sus jubilados, donde se mujer no es solo un factor de desventaja, sino de peligro existencial”, le habló a una minoría.
Comunicó que desde hoy el Ecuador abre sus puertas al comercio mundial.
“Buscaremos estar presente en el menor tiempo posible en la Alianza del Pacífico como un país-socio en pleno derecho. Abriremos el Ecuador al tratado de libre comercio con nuestros más grandes aliados”, detalló.
Lasso prometió vacunar a 9 millones de ecuatorianos en sus primeros 100 días de mandato. “Y cuando hayan pasado esos primeros 100 días seguiremos vacunando hasta que la tarea haya terminado finalmente”.