Decenas de pasajeros que llegaron a Venezuela, a través del Aeropuerto Internacional Simón Bolívar, protestaron y rebasaron los controles sanitarios impuestos en rechazo a la obligatoriedad de someterse a un test de detección de la COVID-19 y el pago del mismo, que asciende a 60 dólares, según lo estipulado por el Gobierno.
La muchedumbre, la mayoría portando mascarillas, rompió a empujones el cerco humano que fue diseñado en este aeropuerto, el principal del país y que sirve a Caracas para frenar el tránsito de los pasajeros que lleguen a Venezuela desde el extranjero.
Este nuevo control sanitario, que entró en vigencia el miércoles 3 de marzo, establece que toda persona que pise territorio venezolano debe someterse a una prueba de proteína C reactiva (PCR) en un único laboratorio, antes de pasar por los trámites de migración, retirar el equipaje o atravesar la aduana.
En el primer día bajo esta modalidad, algunos usuarios de las redes sociales publicaron fotografías para mostrar largas filas de personas que esperaron entre dos y cuatro horas para someterse a estos exámenes.
En las redes sociales, usuarios mostraron varias fotografías de las largas filas para someterse al examen. Foto: EFE
En los videos compartidos este jueves 4 de marzo se observa a parte del personal sanitario tratando de contener a los pasajeros, pero estos lograron avanzar sin someterse a la prueba. Se desconoce si luego fueron devueltos por las autoridades.
El aeropuerto, también a través de Twitter, aseguró que los pasajeros, procedentes de vuelos internacionales, “cumplen con el protocolo de bioseguridad y cerco epidemiológico establecidos”, una afirmación que fue respaldada por un video en el que muestran la aparente normalidad con que transcurre este proceso.