Ante la alta demanda de vacunas contra la COVID-19, el viernes 29 de enero, la Comisión Europa anunció que la exportación de las dosis producidas en su territorio a otros países no miembros deberá ser aprobada por las 27 naciones que conforman la Unión Europea.
Valdis Dombrovskis, vicepresidente de dicho ente, y Stella Kyriakides, comisaria europea de salud, señalaron que este mecanismo obligará a las farmacéuticas a solicitar una autorización al organismo internacional por cada envío a países no comunitarios. Además, la entidad puede aceptar o rechazar este pedido.
“Tenemos que asegurarnos de que se cumplan todos los acuerdos de compra anticipada realizados por la UE. Estos deben ser respetados”, aseveró Dombrovskis.
Asimismo, el funcionario afirmó que el objetivo de esta medida “es proporcionar total transparencia” y garantizar que los convenios se cumplan.
En tanto, Kyriakides sostuvo que “todas las partes deben estar a la altura de sus responsabilidades contractuales, sociales y morales”, en referencia a las recientes reducciones de entrega de vacunas de AstraZeneca.
La medida expirará el 31 de marzo y afectará solo a las soluciones de los laboratorios con los que la Comisión Europea firmó acuerdos de compra anticipada. Estas son las dosis desarrolladas por Pfizer-BioNTec, Moderna y AstraZeneca, cuyas vacunas ya han sido autorizadas en la Unión Europea.
Quedan exentas de todo control las vacunas que se entreguen por razones humanitarias a los países vecinos del sur y este de la UE, y a las 92 naciones de rentas bajas y medias que participan en el programa Covax Facility.
Con información de EFE.