El presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, celebró que el mandatario saliente, Donald Trump, no vaya a asistir a su investidura. Aseveró que es “una de las pocas cosas” en las que ambos están de acuerdo”. “Sin embargo, confió en que el vicepresidente saliente, Mike Pence, sí acuda al evento”, añadió.
Este viernes 8 de enero, Biden evitó pronunciarse sobre un posible juicio político a Trump por su incitación del asalto al Capitolio. En ese sentido, indicó que “depende del Congreso” tomar esa decisión.
Por otro lado, el demócrata criticó la distribución de las vacunas contra el coronavirus por parte del Gobierno de Donald Trump, y sostuvo que ha sido una “farsa”.
“Las vacunas nos dan esperanzas, pero su distribución ha sido una farsa”, comentó el gobernante electo a los periodistas en su feudo de Wilmington, Delaware. La distribución de las vacunas será “el mayor reto operacional que enfrentaremos jamás como una nación”, aseguró el presidente electo que será investido en 12 días.
Más temprano, la cadena CNN reportó que el futuro Gobierno de Biden planeaba distribuir todas las dosis disponibles de vacunas contra la COVID-19, en lugar de retener la mitad para las segundas inyecciones de los ya vacunados.
Las dos vacunas autorizadas de momento en Estados Unidos —la de Pfizer/BioNTech y la de Moderna― necesitan que los beneficiarios reciban una segunda dosis en tres o cuatro semanas.
Al eliminar la obligación de retener la mitad de las reservas, las autoridades esperan ampliar el número de personas que podrá recibir una vacuna rápidamente. Pero atrasar la inyección de la segunda dosis reduciría el nivel de protección individual y la agencia reguladora de medicamentos de Estados Unidos (la FDA) y el reputado inmunólogo Anthony Fauci se han opuesto.
El eventual cambio de política propuesto por la futura presidencia de Biden es de momento solo teoría y, además, el principal problema de la campaña de vacunación estadounidense viene siendo la distribución de las dosis más que su aprovisionamiento.
El Gobierno federal ha supervisado el envío de 21,4 millones de dosis, pero solo 5,9 millones de personas han recibido una primera inyección. Las 15,5 millones de dosis restantes permanecen en hospitales y clínicas que no las han podido aplicar y no se encuentran en reserva para ser aplicadas como segunda inyección.
Estados Unidos es el país del mundo más enlutado por la pandemia, con más de 365.000 fallecidos.
Con información de EFE y AFP.