La presidencia de Estados Unidos continúa en juego a tres días de las elecciones generales del 3 de noviembre. El demócrata Joe Biden lidera actualmente los votos electorales y contempla de cerca su victoria. Por su parte, el actual mandatario, Donald Trump, se niega a esta posibilidad y ha iniciado una serie de demandas a las cortes de algunos estados para detener el conteo.
Los argumentos del presidente se basan en supuestos fraudes originados por el sistema de votación anticipada. Sin embargo, los analistas y especialistas electorales aseguran que las denuncias de Trump no tienen ninguna consistencia.
“Son tiradas de cabello porque se niega a dejar el poder. Ya algunas de sus demandas han sido negadas debido a que no tienen fundamentos para reclamar fraude”, sostiene el analista internacional Antonio Camborda.
Incluso en Pensilvania, un estado clave que aporta con 20 votos electorales al ganador, el republicano ha solicitado parar los conteos pese a que lleva la delantera. Camborda explica que su decisión se debe a que aún hace falta el recuento de votos por correo, los cuales muy probablemente favorecerían a Biden.
En dicho estado, los encargados de la campaña electoral de Trump anunciaron que han logrado ganar la demanda para que puedan observar más de cerca el conteo, algo que el director de Comunicación de la Corte Suprema de Pensilvania ha desmentido.
En Georgia, donde ambos candidatos se disputan por muy poco el total de compromisarios, también han interpuesto una querella para frenar el proceso y revisar las papeletas. No obstante, su pedido fue rechazado por falta de pruebas.
Otros de los estados en los que ha puesto la mirada el republicano son Nevada y Michigan. En el primero, Biden lo aventaja por cerca de un punto porcentual, lo cual le permitiría poder alcanzar los 270 votos electorales que necesita. De acuerdo con Trump, en esta administración existen supuestos votos fantasma, los cuales atribuye a personas fallecidas y a otras 10.000 que presuntamente ya no residen ahí. La justicia aún no se ha pronunciado.
En Michigan, en cambio, donde la campaña republicana acusa a la demócrata Jocelyn Benson, secretaria del estado, de permitir que se cuenten papeletas del voto anticipado sin las supervisión de ambos partidos, una magistrada se negó a proceder la demanda.
Henry Rafael Pintado, presidente del Instituto de Comunicación Política y Gobierno, estima que la situación desesperada de Trump se debe a que los procesos están lanzando márgenes muy estrechos entre los candidatos y la victoria aún no está garantizada para nadie. A pesar de que Biden lleve la delantera con 264 votos electorales, los otros estados en los que todavía no se proyectan resultados pueden ser definitorios para revertir la situación.
“Cada voto cuenta, los porcentajes son realmente pequeños. Recordemos que, en 2016, Hillary Clinton perdió en algunos estados solo por un voto”, sostiene Rafael.
Los expertos opinan que el tiempo que demora el escrutinio electoral en Estados Unidos está siendo aprovechado por el presidente para intentar mantenerse en el poder lo más que pueda. Este aparente retraso no está siendo ni provocado ni agudizado por la campaña de Trump, mas sí posibilita un panorama a su favor.
Camborda afirma que si los pedidos de los republicanos son rechazados por las cortes, el siguiente paso puede ser acudir a la Corte Suprema de cada estado. Este proceso tomaría algunos días más, lo cual estaría dentro de los plazos asumidos. No obstante, si las demandas son negadas de nuevo, el partido de Trump tiene todavía opciones. Los votos electorales, que deben ser oficializados en diciembre, tienen antes que ser ratificados por el Senado y por el vicepresidente actual, Mike Pence. En ese sentido, él puede observar el recuento del Colegio Electoral. Si esto sucede, el juego continúa.
“Es que cuando la gente es soberbia y tiene un ego alto se cree intocable y todopoderoso. A Trump, si resulta ganador Biden, se le viene todo su proyecto de perpetuarse abajo”, indica.
Para Rafael, el comportamiento de Trump lo único que provoca es dañar la democracia, ya que polariza más a la sociedad y genera desconfianza acerca del proceso electoral.
“Alegar fraude o robo desestabiliza el proceso democrático, sobre todo en un país que está acostumbrado a tener este tipo de procesos y siempre el perdedor ha asumido su derrota sin obstáculos”, señala.
La situación emocional del país, agrega Rafael, se ve mellada y puede acarrear problemas de mayor índole que atentarían contra la tranquilidad ciudadana. “Probablemente la polarización, que está siendo agudizada, desencadene en violencia”, advierte.
Correo. Antes del día oficial de elecciones, se puede solicitar papeletas, llenarlas y mandarlas por correo postal. Tardan en llegar a los centros de escrutinio por el servicio de envío, lo que para Trump es un proceso irregular.
Anticipado. Se habilitan algunos recintos electorales y los electores votan antes de la fecha central de elecciones.
Presencial. Se realiza en el día oficial de las elecciones. Todos los centros electorales se habilitan para esta fecha.
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