Bolivia celebrará este domingo 18 de octubre las elecciones presidenciales más esperadas de su historia reciente. La población boliviana ha tenido que esperar varios meses para que acuda a las urnas y elegir democráticamente al sucesor de Evo Morales.
Jeanine Áñez asumió en noviembre pasado la presidencia interina de Bolivia y anunció que en un lapso no determinado convocarían a elecciones, pero se pospuso en varias ocasiones, las últimas con motivo del coronavirus.
Áñez abandonó su candidatura en septiembre pasado para procurar la unión de la derecha, ante el triunfo que todos los sondeos le otorgan a Luis Arce, el delfín de Morales y actual referente en la nación altiplánica del Movimiento al Socialismo (MAS).
Arce, de 58 años, fue ministro de Economía y Finanzas durante casi toda la gestión de Morales (2006-2019) y es reconocido como el artífice del crecimiento económico de su país.
El modelo de Arce permitió que Bolivia liderara el crecimiento económico en la región durante cinco años. El PBI pasó de 9.500 millones de dólares anuales a 40.800 millones. Con esos números, Morales desplegó una política social que benefició a millones de personas. Ahora, Arce lo enarbola como una bandera electoral.
Arce estudió en la universidad estatal de San Andrés en La Paz e hizo una maestría en la universidad británica de Warwick. Aunque es considerado un tecnócrata, ha logrado recoger el respaldo popular del MAS que lidera Morales desde Argentina.
El segundo en todas las encuestas es Carlos Mesa, de 67 años. Aspirante de la agrupación Comunidad Ciudadana (CC), este veterano de la política boliviana intenta aunar todas las fuerzas conservadoras para derrotar al MAS, que hasta el momento se ha impuesto en cada cita electoral.
Mesa fue vicepresidente cuando el primer mandatario era Gonzalo Sánchez de Lozada, pero decidió renunciar en 2003 luego de un hecho de represión que dejó 60 muertos. Terminaría tomando el poder y renunciando dos veces, una rechazada por el Congreso.
Sin un partido que lo respaldara y una gestión criticada por la ciudadanía, su dimisión abrió la posibilidad más adelante de que se convocara a comicios en 2005, cuando emergió un líder cocalero e indígena llamado Juan Evo Morales Ayma.
Una figura de la izquierda con la cual se midió en 2019, cuando Morales se impuso en unos polémicos sufragios y Mesa quedó de segundo. Desde el año pasado es considerado la única persona que puede derrotar al MAS, tanto que el propio Mario Vargas Llosa apoyó su candidatura.
Empero en 2019 también surgió un hombre durante las fuertes protestas contra el supuesto fraude electoral. Luis Fernando Camacho, abogado de 41 años con maestría en derecho tributario en la Universitadad de Barcelona (España), es la renovación de la derecha.
Así lo plantean sus seguidores. Camacho fue quien lideró las movilizaciones contra Morales, con biblia en mano, para exigir que dejara el poder tras 13 años en la silla presidencial.
Desde la ciudad de Santa Cruz, como presidente de un comité local, encabezó la movilización popular y luego de que Morales se retiró, adquirió mayor popularidad y aclaró que tenía interés en acudir a las elecciones presidenciales.
Es docente universitario y empresario. Aunque es mucho más joven que Mesa, se ha mantenido por debajo en los sondeos. Según expertos, este domingo buscará llegar a una segunda vuelta con Arce.
Además, hay dos postulantes que parten con poca expectativa de voto. Chi Hyun Chung, tiene 50 años, es doctor, empresario y pastor de origen asiático (nacido en Corea del Sur), pero desde los 12 años reside en Bolivia.
Ya acudió a los pasados sufragios, pero quedó muy por debajo en los resultados. Reconocido por su lema “Chi puede”, también necesita alcanzar los apoyos suficientes para forzar un balotaje.
El quinto aspirante es Feliciano Mamani, del PAN-BOL (Partido de Acción Nacional Boliviano), uno de los más jóvenes (44 años) que saldrá en la papeleta electoral. Destaca por su carrera sindical y opta por primera vez a la presidencia.
El ex jefe de Estado, Jorge Quiroga, y María de la Cruz Bayá, del partido Acción Democrática Nacionalista (ADN), también abandonaron la carrera hace varias semanas, como Áñez.
Luis Arce destaca en todas las encuestas desde hace varios meses, hasta con un 40% de intención de voto. Incluso, desde el Movimiento al Socialismo, le otorgan la victoria en primera vuelta.
El Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG) le da casi 45% a Arce. Foto: Twitter
Mesa suele aparecer por debajo con 15 puntos menos. Mientras que Camacho es el tercer favorecido con un 14%, que suele ser su tope, de acuerdo a las estadísticas recogidas por las encuestadoras.
En Bolivia se necesita ganar los comicios con el 50% de los votos válidos o un mínimo de 40% con una diferencia del 10% ante el segundo. De no haber esa distancia, habrá segunda vuelta.
Con incidencia de coronavirus más contenido que en otras naciones de Sudamérica, Bolivia llevará a cabo un proceso electoral imprescindible tras el periodo de gobierno más largo de la historia, que estuvo acaudillado por Evo Morales.
Para el presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Salvador Romero, se trata de la jornada electoral “más compleja” de su historia democrática, refirió la agencia EFE.
El funcionario, en una conferencia telemática con la Asociación de Corresponsales de Prensa Internacional (ACPI), señaló que la definición “no es exagerada”, ya que la complejidad de organización de los comicios estuvo marcada inclusive antes de la llegada de la pandemia de la COVID-19 al país, en marzo pasado.
Igualmente, Romero garantizó que habrá una “jornada electoral segura y confiable”, cuyo resultado oficial será “el fiel reflejo de la voluntad popular expresada en las urnas”.
"Estamos con todo listo y preparado para encaminarnos a hacia la jornada electoral limpia, transparente”, aseguró.
Unos siete millones de bolivianos están habilitados para votar este domingo 18 de octubre. Mientras que otros 301.631 pueden hacerlo desde el exterior (4.11% del padrón).
Con motivo de la pandemia, habrá dos franjas horarias para sufragar: de 8 a. m. a 12.30 p. m. las personas cuya cédula de identidad termina en número par y después de las 12.30 del mediodía hasta las 5.00 de la tarde los impares.