La misma flota china que invadió las Islas de Galápagos en los últimos meses —y que causó alarma mundial por sus actividades pesqueras cuestionables— avanza en su ruta por Sudamérica, según un comunicado publicado por la ONG Oceana este jueves 1 de octubre.
Esta organización, dedicada al monitoreo de los mares con presencia en todo el mundo, alertó que cerca de 300 embarcaciones están al límite de la franja marítima de Perú y a 400 millas de la Zona Económica Exclusiva (ZEE) de Chile.
Basada en un nuevo análisis satelital de la plataforma Global Fishing Watch, Oceana detalla además que un total de 126 embarcaciones chinas pescaron por cerca de 24.000 horas desde el 14 de agosto hasta el 19 de septiembre entre Ecuador y Perú.
“Podemos observar que el número de embarcaciones disminuyó desde 300 a 126. Sabemos que estos barcos no desaparecieron y se ve pocos de ellos abandonando el área. El tamaño de esta flota debería ser motivo suficiente de preocupación y, aún más, cuando es probable que estén apagando sus sistemas de identificación automática”, aseguró Marla Valentine, analista de Pesca Ilegal y Transparencia de la oficina del organismo en Estados Unidos, citada en el comunicado oficial.
La analista indicó también que hubo una mayor cantidad de transbordos en el último mes, lo cual podría significar que la flota aumentó su esfuerzo pesquero a medida que viajan hacia el sur del continente.
“Si bien el transbordo no es una práctica ilegal, sí permite a los barcos descargar sus capturas y continuar la actividad pesquera sin entrar en ningún puerto”, recalca la misiva.
Por su parte, la directora de Oceana Chile, Liesbeth van der Meer, señaló que la presencia de estas embarcaciones chinas en Sudamérica “se repite anualmente” y estas suelen ubicarse en el límite de los parques marinos de Juan Fernández y Nazca Desventuradas.
“La Armada de Chile se ha encargado de monitorear y mantener dichas embarcaciones fuera de nuestra Zona Económica Exclusiva (…) [las cuales] tienen como objetivo capturar jibia o cualquier otra especie de importancia comercial, con una capacidad de pesca gigantesca”, agregó.
Según Oceana, cerca de 17.000 embarcaciones chinas operan en aguas internacionales, lo cual representa el 40% del esfuerzo pesquero mundial. China, en tanto, ocupa el último lugar en el Índice de pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR) que califica a los países pesqueros entre 1 –como mejor desempeño– y 5 –como peor desempeño– con un puntaje de 3.93.
La flota china se ha visto involucrada en actividades de sobrepesca, captura de especies en peligro, violación de jurisdicciones de países, alteraciones de documentación de pesca y trabajos forzados, puntualiza la organización.
En julio, la Armada Nacional de Ecuador reportó que cerca de 260 barcos chinos estaban operando frente a la costa de las islas Galápagos, justo fuera de la Zona Económica Exclusiva Insular (ZEE).
Sin embargo, el número de embarcaciones aumentó con el pasar de los días, luego de que el 7 de agosto la armada ecuatoriana constatara que en el área se encontraban un total de 340 embarcaciones y 149 barcos de esa flota habían apagado su sistema de rastreo y comunicación satelitales para evitar el seguimiento de sus actividades de pesca alrededor del archipiélago, recoge The Epoch Times.
En septiembre, la flota china se desplazó hacia los alrededores de las costas de Perú, un país “que no puede permitirse semejante pérdida", alertó la embajada de Estados Unidos a través de Twitter.
El presidente del Comité de Pesca y Acuicultura de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI) de Perú, Alfonso Miranda Eyzaguirre, manifestó que la flota china no solo tenía a Ecuador y a Perú entre sus planes de pesca.
“Es la denominada Ruta del Calamar. En este momento, se encuentran frente a las costas de la provincia de Pisco y seguirán su viaje hacia el sur para llegar a Chile y, posteriormente, a las aguas marinas frente a Argentina”, matizó Miranda.