El Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto anunció este 20 de setiembre que un grupo de arqueólogos descubrió un total de 14 sarcófagos de unos 2.500 años de antigüedad en la necrópolis de Saqqara, donde también se encuentra una de las pirámides más antiguas del mundo.
Este nuevo descubrimiento se añade al de otros 13 féretros hallados hace una semana en el mismo lugar.
Los sarcófagos de madera fueron encontrados amontonados en dos pozos funerarios; están bien conservados, adornados y cubiertos de jeroglíficos, según el comunicado de las autoridades locales.
Estos mismos agregaron que “otros sarcófagos deberían ser hallados en otros pozos cercanos (al lugar del descubrimiento) con nuevas excavaciones previstas muy pronto”.
El sitio de Saqqara se ubica a 25 km al sur de las pirámides de la meseta de Giza; es una vasta área en la que destaca en particular la famosa pirámide escalonada del faraón Zoser, la primera de la era faraónica.
Este atractivo turístico reanudó su atención al público en marzo de este año, luego de una restauración de 14 años que costó casi 6.6 millones de dólares. Pero el lugar tuvo que cerrar a raíz de la pandemia de la COVID-19. Recién el primero de setiembre abrió nuevamente.
El monumento, construido alrededor del año 2.700 A.C. por el arquitecto Imhotep, es considerado uno de los más antiguos de todo el mundo.
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La economía egipcia depende mucho del turismo. Durante la crisis del coronavirus, la inestabilidad política y los ataques posteriores a la revolución del 2011, provocaron una grave caída en los ingresos.
Si bien es cierto que Egipto reanudó los vuelos internacionales en julio y reabrió las principales atracciones turísticas, se proyecta que en la temporada de invierno que comienza en octubre habrá una mayor presión para las finanzas del país.