Presionada por los pasos de las farmacéuticas Moderna y Pfizer, quienes revelaron sus protocolos sobre cómo están realizando los ensayos de sus vacunas candidatas contra la COVID-19, la compañía AstraZeneca decidió hacer público también su documento. No obstante, dejó algunas preocupaciones debido a que se detalló que hubo un segundo voluntario que desarrolló una enfermedad grave tras ser inoculado.
AstraZeneca, cuyos ensayos lidera en conjunto con la Universidad de Oxford (Reino Unido), informa en su plan de prueba que dos participantes presentaron señales sobre enfermedades neurológicas tras recibir su vacuna experimental en Gran Bretaña. Según el New York Times, ambos casos se tratarían de mielitis transversa, una extraña afección que se detecta en uno de cada 236.000 estadounidenses al año.
A inicios de setiembre, el primer caso sobre una posible reacción adversa de la vacuna experimental de Oxford provocó la suspensión temporal de los ensayos. AstraZeneca dio a conocer que la participante desarrolló una inflamación de la médula espinal; sin embargo, se indicó posteriormente que la mujer padecía esclerosis múltiple previa no diagnosticada.
Los expertos vincularon la mielitis transversa a esta enfermedad (no relacionada con la vacuna), ya que muchas veces es el primer signo, y reanudaron las pruebas poco después.
En el caso de la segunda voluntaria, el protocolo de AstraZeneca precisa que se enfermó después de la segunda dosis de la vacuna y que aún no se ha confirmado un diagnóstico. No obstante, el New York Times asegura que una persona familiarizada a la participante confirmó que su condición ha sido identificada como mielitis transversa.
“Si hay dos casos, esto comienza a parecer un patrón peligroso”, expresa Mark Slifka, experto en vacunas de la Universidad de Ciencias y Salud de Oregon, citado por el medio estadounidense. “Si aparece un tercer caso de enfermedad neurológica en el grupo de la vacuna, entonces esta vacuna puede darse por terminada”, agrega.
Actualmente, la potencial vacuna de Oxford sigue con sus pruebas de última fase en Reino Unido y en otros países. Recientemente, en Perú se autorizó la realización de sus ensayos clínicos, que abarcarán aproximadamente 3.000 voluntarios a principios de octubre.
Sin embargo, en Estados Unidos la pausa continúa, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) aún evalúa la reanudación de las pruebas luego de que se informara el caso de mielitis transversa.
Los Institutos Nacionales de Salud (NIH) se encuentran investigando a fondo la situación para determinar si la aparición de esta enfermedad fue coincidente o estuvo relacionada con la vacuna. En un comunicado, el organismo resaltó que “hacer una pausa para permitir una evaluación adicional es consistente con la práctica estándar”.
La vacuna experimental de AstraZeneca y Oxford se basa en un adenovirus modificado de chimpancé —inocuo para los humanos debido a que se encuentra incapacitado para replicarse— cuyo interior posee un fragmento de ácido nucleico que codifica la proteína S del coronavirus. Una vez dentro del organismo, es reconocido y se genera la inmunidad.
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El Dr. José Antonio Navarro, consultor honorario del área de vacunas del Ministerio de Sanidad de España, explica a La República que a la fecha no existen vacunas que empleen este método (adenovirus) como plataforma y estén siendo comercializadas. Por lo tanto, “no tenemos información precisa y exacta de cómo se van a comportar”.
En ese sentido, resalta Navarro, se debe priorizar seguridad, antes que todo.
“Si no se siguen los pasos correctos con estas vacunas que se están ensayando puede ser un riesgo. Lo que más preocupa es la seguridad porque básicamente le vamos a inocular a una persona sana que lo último que quiere es una medida preventiva que la enferme”, argumenta.
La mielitis transversa es una inflamación de médula espinal. Este trastorno neurológico puede causar debilidad en los brazos y piernas, parálisis, dolor y problemas intestinales y de vejiga.
Aunque existen muchas causas diferentes para desarrollar este mal, como la esclerosis múltiple, la mielitis transversa también puede ocurrir después de que el organismo se encuentra con un agente infeccioso como un virus.