La pandemia del coronavirus sigue golpeando a México y ya se ubica en el sexto lugar a nivel mundial con 378.285 contagiados y 42.645 decesos, según el reporte de la Secretaría de Salud del sábado 25 de julio. Los hospitales han colapsado y los casos positivos por COVID-19 continúan en aumento.
Además de los médicos que luchan día a día para salvar más vidas en los centros de salud, también están los paramédicos que son los primeros en acudir a un llamado de emergencia. Cada traslado es diferente, pero todos comparten la adrenalina cuando suena la sirena. Al final del camino, ellos esperan que el paciente sea hospitalizado y entre a una posible recuperación, aunque con el coronavirus no se sabe.
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“No dejas de sudar porque traes el traje de protección, pero también porque todo el tiempo estás pensando en lo duro que es, lo importante que es. Además, necesitas toda la pericia al tratar al paciente y al mismo tiempo maniobrar a gran velocidad sin chocar, sin volcar, sin atropellar a nadie, y sin contagiarte, todo para poder llegar a tiempo”, contó René Rosete, un paramédico con 16 años de experiencia, a Telemundo.
Rosete cayó enfermo en mayo y pasó un mes con síntomas del coronavirus que le dejó secuelas como la hipertensión. Sin embargo, lo peor que le tocó pasar es que toda su familia se infectó con la COVID-19. “Todos se contagiaron, desde la pequeña de 2 años hasta mi madre de 60 años”.
Aunque, ninguno de ellos fue hospitalizado, sí tuvo que recurrir con su ambulancia a la ayuda de una de sus hermanas, que se recuperó de otra emergencia. “Afortunadamente llegué a tiempo y la asistí”, indicó.
Los ciudadanos, temerosos por contagiarse de coronavirus, han agredido a los médicos y socorristas en México. René Rosete reveló que vecinos de quienes llamaron al 911 les han lanzado piedras y orines, además de bloquearles el paso de los vehículos de emergencia.