En España, el Tribunal Superior de Justicia de Extremadura ratificó la sentencia de un juzgado local de Badajoz que expulsó del país por 10 años a un hombre que compró a una joven de 13 años para tenerla como “esposa”. La justicia consideró que el sujeto en realidad buscaba tener una “esclava sexual”.
La menor, quien no estaba escolarizada y se dedicaba a cuidar de otros menores y a labores domésticas, fue comprada a su familia por el precio de 50 euros. El individuo contrajo matrimonio con la joven, pese a que el ordenamiento jurídico local prohíbe este tipo de relaciones con los menores de 16 años.
Originalmente, el Juzgado de Instrucción número 1 de Badajoz había condenado al hombre por este hecho a cuatro años y un día de prisión por el delito de trata de seres humanos, pero el sujeto apeló la sentencia.
Mediante un recurso, el individuo trató de justificar su accionar alegando haber actuado “en interés de la menor”, para “mejorar su situación personal y darle una vida mejor”. Esta excusa resultó “insoportable” de leer para el Tribunal Superior, según relata el diario 20 Minutos de España.
La Sala Contencioso Administrativo del tribunal rechazó el recurso, pues consideró que el hombre no tenía intención de “traerse una esposa”, sino “una esclava sexual y doméstica”.
La comisión del delito de trata de personas, afirmaron, supone “un motivo imperioso de seguridad pública que justifica una medida de expulsión”. El tribunal también recordó la “total ausencia de prueba de la existencia de arraigo social o laboral”.
También en España, un sujeto que abusó y grabó a una menor de edad podría recibir 26 años de cárcel.