Una multitudinaria marcha se llevó a cabo en la localidad de Bosa, en Colombia, para acusar a un sacerdote de una iglesia católica por presuntamente tener encuentros sexuales con jóvenes, que contactaba a través de una página de internet.
Según el informe policial, el párroco habría pagado entre 100.000 y 150.000 pesos a cambio de tener relaciones sexuales con hombres dentro de la parroquia, hecho que indignó a los feligreses de la iglesia, quienes salieron a protestar en plena cuarentena.
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“Yo me alarmé al darme cuenta de que era un sacerdote, pero me ofreció plata para que estuviera con él y no dijera nada”, contó un joven al medio Noticias Caracol. Otra persona dijo: “lo contacté por el aplicativo. Pasamos un rato agradable, pero yo no pensé que fuera el sacerdote”.
Esta grave acusación enfrentó a los habitantes de Chicalá contra los del barrio Holanda, donde está ubicada la iglesia, quienes defienden a su párroco señalando que todo es una venganza contra el religioso.
“Él es chévere, es un padre al que la comunidad lo quiere mucho. Trabaja por la comunidad y defiende a la comunidad”, añadió uno de sus defensores.
Por su parte, el párroco explicó que todo se trata de una persecución en su contra. “Debemos hablarnos con la verdad, como decía Jesucristo. Ellos están ofendidos porque digo la verdad, porque no los dejó celebrar en lugares en donde no corresponde”, dijo el sacerdote, quien descarta las fotografías que circulan en las redes sociales, donde supuestamente aparece semidesnudo.
Los vecinos de Bosa indicaron que existe una denuncia penal en curso y se espera que tanto las autoridades judiciales de Colombia y religiosas investiguen para establecer la culpabilidad.