El Gobierno de Italia confirmó el último sábado una serie de medidas que tienen como objetivo ablandar las restricciones obligatorias dispuestas a causa del brote de coronavirus, así como la reactivación de la economía en el país, y que entrarán en vigencia el 3 de junio.
Estas fueron emitidas tras una reunión del Consejo de ministros que se extendió hasta por 10 horas y que fue presidida por el primer ministro, Giuseppe Conte. Entre ellas, destaca la reapertura de las fronteras para turistas provenientes de los 27 países que forman parte de la Unión Europea, quienes ya no tendrán que pasar por la cuarentena obligatoria de 14 días.
De acuerdo al comunicado, los límites para efectuar estos viajes ahora dependerán de las decisiones de los otros países miembros de la UE y respetando las restricciones derivadas de la organización, así como las obligaciones internacionales.
Asimismo, los italianos podrán viajar libremente sin restricción alguna por todo el país, y desde el 18 de mayo se les permitirá transitar libremente dentro de su región, salvo que ocurra un rebrote de la COVID-19. Ellos se encuentran en confinamiento desde el 10 de marzo, y solo se permitía el libre tránsito por cuestiones laborales o de salud dentro de su comuna.
Las medidas responden a la obligación del Gobierno de evitar que la economía del país continúe perjudicándose a causa del virus, la misma que sufrirá una recesión del 8 % durante el 2020. El turismo, que representa un 13 % del PBI italiano, será parte importante de este proceso.
Estas normas se suman a las que ya se habían autorizado días anteriores, como el funcionamiento de fábricas, museos y tiendas; a las que se podrían sumar centros comerciales, restaurantes, peluquerías y bares en las siguientes jornadas.
Italia suma 224.760 casos positivos de COVID-19 hasta el momento, y ha registrado más de 31.700 fallecidos. Una menor cantidad de infectados y muertes en los últimos días le ha permitido ejecutar dichas acciones.