El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, volvió a negar haber destituido al jefe de la Policía Federal para blindar a su familia, al defenderse de presuntos nuevos elementos en una investigación judicial que podría amenazar su permanencia en el cargo. La Fiscalía General de la República (PGR) investiga si Bolsonaro intentó obstruir a la justicia al sustituir al jefe de la Policía Federal el mes pasado por alguien de su confianza, como denunció el exministro de Justicia Sergio Moro al presentar su renuncia a fines de abril.
Los investigadores ya interrogaron a Moro, a tres ministros de Bolsonaro y accedieron al video de una reunión ministerial del 22 de abril en la que, según reportes, el presidente defiende el cambio en puestos clave en la Policía para proteger a familiares y amigos. Pero Bolsonaro asegura que la grabación no lo incrimina, alega que hablaba de su seguridad y no de blindarlos ante investigaciones.
Las revelaciones de Moro -exjuez de la megacausa anticorrupción Lava Jato- causaron un terremoto político en Brasil, que enfrenta al mismo tiempo críticas por su respuesta a la pandemia de coronavirus. Bolsonaro podría ser denunciado por diversos delitos y ser suspendido por el Congreso.
En tanto, su desaprobación subió de 47% a 55,4%, y su aprobación cayó de 47,8% a 39,2%, según la encuesta telefónica del instituto MDA.
Finalmente, la Organización Panamericana de la Salud dijo que ve con “preocupación” la propagación del coronavirus en Brasil y urgió a las autoridades a seguir conteniendo su avance. Marcos Espinal, director del Departamento de Análisis de Salud de la OPS, recordó que al tener fronteras “muy porosas” sus vecinos también deben actuar.