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Burbujas sociales, la estrategia que Nueva Zelanda aplica para superar la cuarentena

La medida podría ayudar a aliviar la tensión creada durante el aislamiento. Sin embargo, ejecutarla podría generar más de un conflicto en los núcleos familiares.

larepublica.pe
Nueva Zelanda

El veloz avance de la pandemia del coronavirus por distintos continentes no solo ha causado estragos en la economía de muchos países, que han visto paralizadas sus cadenas de producción, sino también las políticas de aislamiento han supuesto un duro golpe a las relaciones entre los ciudadanos.

No es sorpresa que el ánimo del común de la población esté tocado debido a la extensión de la cuarentena que decretan los gobiernos de cada país y la poca claridad que se tiene para superar la crisis que se ha cobrado la vida de más de un millón de personas alrededor del mundo.

Coronavirus en Nueva Zelanda. Foto: Notiamérica.

Esto sin mencionar el rotundo cambio en los hábitos de gran parte de la población, que se ha visto desempleada, haciendo esfuerzos antes impensados para estudiar o mantenerse activos en el trabajo, si es que lograron conservarlo.

En ese sentido, una de las estrategias que algunos gobiernos del mundo están barajando es la creación y futura ampliación de las denominadas “Burbujas sociales”.

Tanto la estrategia como el término surgieron en Nueva Zelanda, uno de los países que mejores resultados ha obtenido en su lucha por erradicar a la COVID-19. El país oceánico anunció recientemente un descenso de 4 a 3 en su nivel de alarma por la pandemia.

Es importante destacar que este país aún contempla la recomendación de permanecer en casa y reducir las interacciones al mínimo. Sin embargo, las nuevas reglas autorizan a la población a ampliar su círculo de contactos.

En su página web, el Gobierno neozelandés explica que “la gente debe continuar dentro de la burbuja de su hogar, pero puede expandirla para reconectarse con su familia extendida, o para traer cuidadores, o para ayudar a personas aisladas. Esto siempre y cuando todos vivan en el mismo pueblo o ciudad".

Es decir, los círculos sociales son exclusivos. Si una persona forma parte de un grupo, ya no puede integrarse a otra.

“Esta aproximación es una manera de aumentar el contacto social a la vez que se minimiza el riesgo de transmisión de la enfermedad, ya que si se produce una infección se queda dentro de la burbuja y no puede transmitirse a otras”, indicó Stefan Flasche, profesor asociado de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres.

“Es una forma eficiente de relajar las restricciones que, en principio, es viable en casi cualquier situación donde ya no esté aumentando el número de contagios”, dice.

Para el profesor londinense, sin embargo, debe ser decisión del gobierno de cada país en qué momento y de qué manera ejecutar las medidas, así como establecer cuáles serán prioritarias.

Aislamiento afecta nuestra salud mental

¿Cuántas personas deben tener las Burbujas sociales?

El Gobierno de Nueva Zelanda no ha especificado cuántas personas como máximo deben tener las Burbujas sociales, aunque esperan que estas sean limitadas. Mientras que otros gobiernos, principalmente el británico, contemplan un límite de 10 individuos.

Para las autoridades inglesas, la idea sería combinar un grupo familiar con otros dos, como máximo, también de manera exclusiva.

La medida habría despertado el interés de otros países como Escocia, Canadá y Bélgica, revela la BBC.

“Cuanto más estricta es la cuarentena, más alto es el costo para la vida social y el bienestar psicológico de la gente”, indicó Per Block de la Universidad de Oxford a la cadena británica.

“Hay una diferencia enorme entre encontrarse con alguna gente o estar solo en la casa, sobre todo para personas vulnerables desde un punto de vista psicológico, o que están en una situación poco segura, o que necesitan del contacto físico para su bienestar mental”, asegura Blok.

¿Cómo armar una Burbuja Social?

Según los investigadores, uno de los problemas más comunes para las personas que pretendan armar una Burbuja social es llegar a un consenso entre todos los miembros para seleccionar quienes la conformarán, y si estos lo aceptarán.

En ese sentido, Block afirma: “Es una tarea delicada porque tienes que hacer un contrato social con otra gente que está en tu burbuja y asegurarte de que todos permanezcan dentro de ella y esto se basa en la confianza”.

Sumado a esto, en un hogar con distintas generaciones, la elección de nuevos miembros se vuelve, si es posible, más complicada.

“Si fuese por mí y mi pareja, seguramente estaríamos bien comunicándonos digitalmente con nuestros amigos, pero tengo una niña de cuatro años y su situación es peor, porque extraña la interacción física con sus amigos porque no se puede comunicar bien digitalmente”, confesó Flasche a BBC.

Mientras los problemas respecto a la confianza para elegir contactos crece, estos, además, deben enmarcarse en un contexto geográfico próximo; si no, todo el proceso habrá perdido sentido.

Condiciones para el éxito

Principalmente, el éxito de las Burbujas sociales, así como todas las medidas adoptadas por los gobiernos, dependerá del compromiso de las personas para cumplir con las reglas de la iniciativa.

Lasche asegura que las Burbujas sociales suponen “una oportunidad para la sociedad”. Puesto que, si las personas siguen las reglas, harían de la iniciativa “una estrategia viable y sostenible que nos haga la cuarentena más tolerable a largo plazo”.

Nueva Zelanda, donde la estrategia ya está en marcha, reevaluará el 11 de mayo cómo seguir adelante.