Una serie de muertes a causa de ataques de tigres ha sembrado el terror entre los pobladores de la India que están sometidos al confinamiento por la COVID-19.
Entre las primeras víctimas se encontrarían una mujer de 32 años residente del municipio de Gondia y un hombre de 40 años que vivía en Gadchiroli. El 13 de abril, otro poblador fue asesinado cerca del bosque de Pencha donde se encuentra una reserva que es hogar de los felinos.
Una situación similar se registró en el estado de Madhya Pradesh, donde los ataques de animales salvajes acabaron en tres semanas con las vidas de al menos 13 personas, incluidos varios niños, reportó The Times of India.
La última víctima de los felinos fue una mujer de 52 años, que falleció el pasado 24 de abril en el distrito Gadchiroli del estado de Maharashtra. Sindhu Borkute fue asesinada por un tigre en el compartimento número 49 del bosque, alrededor de las 10 de la mañana.
Cinco días antes, otro de esos depredadores mató a una fémina de 38 años que residía en el municipio de Bhandara. La mujer estaba con su esposo, quien no pudo salvarla.
“Ella había ido a recoger las flores junto con su esposo cuando un tigre la atacó y la mató en el acto”, explicaron las autoridades. El reporte de los funcionarios del departamento forestal indica que la pareja fue interceptada entre las 5 y 6 de la mañana. Buscaban flores de mahua, que tienen variados usos para los residentes de esta región de la India como cosméticos, aceite combustible y base para una bebida alcohólica.
PUEDES VER: La increíble historia de un hombre que ganó la lotería, pero tardó un año en cobrar su premio
“El cuerpo de la mujer fue enviado para una autopsia y se proporcionó una asistencia financiera inmediata de 25.000 rupias (329 dólares) a la familia”, detalló el medio.
Los ataques se hicieron más frecuentes después de que el Gobierno de Narendra Modi introdujera medidas de cuarentena para minimizar la propagación de la pandemia de la COVID-19, afirmaron los medios de ese país. Estos felinos están en peligro crítico de extinción debido a la reducción de su hábitat, por lo que la interacción con los humanos es más frecuente.