China poco a poco retoma su normalidad, de manera relativa, tras aplanar la curva del nuevo coronavirus en su inmenso territorio. Algunos comercios han abierto sus puertas, pero con serias restricciones, que trazan la ruta de lo que puede ser la nueva vida tras la cuarentena.
Una de las cadenas más grandes y reconocidas del planeta, McDonald’s, ya reabrió algunas de sus instalaciones en el gigante asiático y lo hizo con un método que comprueba el estado sanitario cada hora.
Como ha constatado una serie de medios, como Infobae, las autoridades chinas han puesto énfasis en el control de la fiebre, uno de los síntomas más comunes del virus SARS-CoV-2, causante de la enfermedad COVID-19.
En McDonald's llevan un control a cada hora de sus trabajadores. Foto: captura
En un local de McDonald’s revelan a cada hora el estado sanitario de sus empleados, que deben cumplir una serie de ordenanzas, como lavarse las manos y desinfectar productos, y luego firmar un registro.
Igualmente habilitaron un lector QR para que el pago sea a través de un teléfono y así se evite contacto entre el empleado y el comprador.
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En el paquete donde entregan la comida se puede leer los datos del cocinero y del repartidor, incluida su temperatura. La orden es que lo escriban claramente para que la gente pueda leerla y esté tranquila.
Hasta en restaurantes utilizan vestimenta más parecida a la que se emplea en los centros de salud en medio de la pandemia del coronavirus: Foto: captura
El gran objetivo de China en este momento, además de controlar los casos importados, es evitar que haya un segundo brote mientras relajan las draconianas medidas aplicadas a principios de 2020.
En algunos restaurantes inclusive atienden con vestimenta de índole medica y obligan a registrarse con un lector QR para atender al público.
No importa si van con un amigo, en China ahora está prohibido que coman juntos y mucho menos frente al otro. Foto: captura
Si la persona ha estado en los últimos 14 días en la ciudad de Wuhan, capital de la provincia de Hubei —donde surgió el coronavirus—, deben apuntarlo junto a su dirección.
A la hora de comer también imponen el distanciamiento social, una de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para la población que sale de sus casas.
Además está prohibido comer frente a frente, una rutina habitual hasta que apareció la pandemia del coronavirus.