Venezuela es el país con la peor crisis económica de toda la región, tanto que ha provocado un éxodo masivo de ciudadanos. Los que permanecen, en su mayoría, realizan acciones para sortear la depresión, pero también hay quienes mantienen una lucha íntegra por sus derechos, como las feministas.
Este domingo 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, se lleva a cabo el cuarto paro del colectivo en gran cantidad de países y Venezuela no es la excepción. El partido de izquierda, Marea Socialista (MS), llamó a juntarse en horas de la tarde cerca de la emblemática torre La Previsora, en Caracas.
“La mujer venezolana sufre con mayor fuerza la crisis”, afirmó Zuleika Méndez, responsable femenina de MS, una agrupación del llamado chavismo disidente, es decir, que respalda el legado del expresidente venezolano Hugo Chávez, pero está rebelado contra el régimen de Nicolás Maduro.
En contacto con La República, la vocera narró parte de los óbices que enfrentan. “Muchas de nosotras tenemos dos o más trabajos y aun así vivimos en precariedad. El salario ha quedado reducido a cero, lo que nos hace imposible cubrir nuestras necesidades más elementales y básicas”.
Empero, sus reivindicaciones se mantienen incólumes “contra la violencia de Estado y contra la violencia patriarcal”. Méndez resaltó cuáles son sus demandas: “Acceso gratuito a los conceptivos, que se legalice el derecho al aborto y que se recupere el salario”.
Desde la irrupción de Chávez (1999-2013), el escenario político en Venezuela ha estado dominado por las fuerzas que acompañaron al ex teniente coronel, lideradas actualmente por Maduro, y por la oposición, que encabeza el líder del Parlamento, Juan Guaidó, quien es reconocido como presidente encargado por casi 60 países.
“La mujer es golpeada a dos manos. Por un lado, la política contra la clase trabajadora que lleva adelante el Gobierno de Nicolás Maduro y, por otro, las consecuencias de las sanciones de Estados Unidos que golpean severamente al pueblo venezolano, promovida por Guaidó y sus aliados”, fustigó Méndez.
Uno de los integrantes de la coordinación nacional de Marea Socialista, Gonzalo Gómez, indicó que el reclamo es por un programa para el bienestar y la emancipación plena de la mujer.
“La reivindicación del aborto como derecho de la mujer a disponer de su propio cuerpo y decidir en qué momento asume la maternidad, también está ligada a las condiciones materiales de vida, porque a salario cero, con hiperinflación y con los servicios de salud por el suelo, una mujer, por ejemplo, no puede acceder adecuadamente a los anticonceptivos y eso le impone una maternidad obligada y afecta a su sexualidad”, dijo.
En opinión de Gómez, la burocracia del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y sus opositores no debaten muchos temas como el del aborto porque “sus agendas están ligadas a otros intereses”, especialmente los de índole electoral.
El régimen de Maduro controla casi todos los poderes públicos, mientras que sus principales detractores rigen en el órgano legislativo. La constitución venezolana estipula que solo la mayoría del Parlamento podría aprobar una reforma del calado del aborto.
Ante esto, Gómez trazó la estrategia de MS: “Nos organizamos y apuntamos a impulsar iniciativas y acciones de movilización, para lograr una correlación de fuerzas que obligue a quienes detentan el poder a conceder las exigencias del pueblo”.
La crisis en Venezuela se ha agudizado en los últimos años. Foto: EFE
Para ello también articulan acciones con la Liga Internacional Socialista (LIS). “No vemos la agenda feminista como algo que esté por fuera de las prioridades, desde el punto de vista de la clase trabajadora, porque tiene que ver estrechamente con sus condiciones materiales de vida y también culturales”.
Para Zuleika Méndez la violencia machista y los feminicidios están envueltos en un manto de corrupción e impunidad, por lo cual destacó que la lucha de las mujeres en Venezuela es “contra la feminización de la pobreza”.