Un enorme pez de 159 kilos fue pescado el 29 de diciembre en Florida, Estados Unidos. Se trata de una de las especies más viejas que ha sido capturada, con 50 años de edad.
Así lo informó el Instituto de Investigación de Pesca y Vida Silvestre (FWC) a través de Facebook. Aclaró también que no se conoce la población del “mero de Varsovia”, por lo que instó a no seguir buscándolos.
“Se trata de la muestra más vieja recogida en nuestro programa de datación”, señaló FWC.
Biólogos del Laboratorio de Edad y Crecimiento del FWC calcularon su edad analizando el otolito, una estructura de calcio en la cabeza de los peces con la que los científicos pueden estimar su edad.
El FWC acompañó la información con la fotografía de Instagram de Jason Boyll, un pescador aficionado de Siesta Key (suroeste) que posa de pie junto al mero gigante, más alto que él.
El pez fue capturado en la costa oeste de Florida el 29 de diciembre a 182 metros de profundidad, según el FWC.
El ‘mero de Varsovia’ es un animal de color rojizo oscuro o gris parduzco con motas en la parte posterior. Las características para reconocer a la especie en su etapa joven es que su aleta caudal o cola es amarillenta con una mancha oscura.
Mero de Varsovia
Su peso puede llegar a ser de 230 kilos y su tamaño hasta los 2.3 metros.
Ese mismo mes, un grupo de científicos descubrieron también a una criatura marina en el Golfo de México. Se trata de un rape Schaefer (Sladenia Shaefersi), un pez que puede caminar con sus aletas y realiza parasitismo sexual.
El misterioso pez habita a casi mil metros bajo la superficie, en aguas oscuras. Su hallazgo se dio tras más de un mes de expedición y nunca antes se había lo sido visto en el océano del sur de Florida, comentaron los investigadores de la Exploración Okeanos SE Deep-Sea.
Pez rape
Aunque es la primera vez que se observa un rape Schaefer en el Golfo de México, la especie ya se había descubierto en 1976. Ese año, se lo encontró frente a la costa de Colombia, en el mar Caribe.
La revista National Geographic describió al pez en aquella ocasión como “posiblemente el animal más feo del planeta”, que “vive en lo que es fácilmente el hábitat más inhóspito de la Tierra: el fondo solitario y sin luz del mar”.