Recorren el mundo. Enormes masas de humo de los incendios de Australia han alcanzado la estratosfera y están recorriendo miles de kilómetros, afectando las condiciones atmosféricas a nivel mundial, según la NASA.
Una flota de satélites de la agencia está rastreando los aerosoles y el humo de estos incendios masivos, que no solo están causando devastación local.
Las condiciones sin precedentes que incluyen el calor abrasador combinado con la sequedad histórica, han llevado a la formación de un número inusualmente grande de pirocumulonimbos (pyrCbs).
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Los PyroCbs son esencialmente tormentas eléctricas inducidas por el fuego. Son activados por la elevación de cenizas, humo y material en llamas a través de corrientes ascendentes sobrecalentadas. A medida que estos materiales se enfrían, se forman nubes que se comportan como tormentas eléctricas tradicionales pero sin la precipitación que las acompaña.
Los eventos de PyroCb proporcionan un camino para que el humo llegue a la estratosfera, a más de 16 kilómetros de altitud. Una vez en la estratosfera, el humo puede viajar miles de kilómetros desde su fuente, afectando las condiciones atmosféricas a nivel mundial. Los efectos de esos eventos, ya sea que el humo proporcione un enfriamiento o calentamiento atmosférico neto (lo que sucede con las nubes subyacentes), es actualmente objeto de un intenso estudio.
La NASA está rastreando el movimiento del humo de los fuegos australianos elevados, a través de eventos de pyroCbs, a más de 15 kilómetros de altura. El humo está teniendo un impacto dramático en Nueva Zelanda, causando graves problemas de calidad del aire y oscureciendo visiblemente la nieve en las montañas.
Más allá de Nueva Zelanda, para el 8 de enero, el humo había recorrido la mitad de la Tierra, cruzando América del Sur, volviendo el cielo nebuloso y causando coloridos amaneceres y puestas de sol.
Se espera que el humo haga al menos un circuito completo en todo el mundo, volviendo una vez más a los cielos sobre Australia.
Humo rastreado mediante el índice UV. Fuente: NASA.
En la primera semana de enero, la Dirección Meteorológica en Santiago informó que el humo de los incendios en Australia llegó a Chile y Argentina tras viajar más de 12 000 kilómetros.
La entidad también indicó que una tenue nube de humo se ubicó a uno 6000 metros de altura, lo cuál se detectó mediante un efecto que se vio en el Sol con tonos rojizos.
Con información de Europapress.