La Comisión Chilena de Derechos Humanos sufrió un significativo robo en su sede ubicada en la calle Santa Lucía, en Santiago de Chile. Los ladrones se llevaron cinco computadoras con información de denuncias.
De acuerdo a los medios locales, no se llevaron nada de valor monetario. Sin embargo, los equipos que sustrajeron contenían denuncias sobre la violación de derechos humanos que se cometieron durante el estallido social.
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El presidente de la Comisión, Carlos Margotta, señaló que la información robada data desde el 18 de octubre, justo cuando comenzó la crisis en Chile. Por esta razón, calificó al delito como algo fuera de lo común.
“Hemos constatado que, en realidad, esto no es un delito común, no es un robo común y corriente, sino que simplemente lo que sustrajeron fue información sensible en materia de derechos humanos”, señaló Margotta.
Los valioso de estos documentos, agregó, es que recogen testimonios de víctimas de violación de derechos humanos durante las protestas “respecto a los cuales nosotros hemos tomado el patrocinio de muchas de las víctimas, a objeto de interponer las acciones penales correspondientes", explicó.
El caso ha sido llevado a manos de la Policía de Investigaciones.
“Este es un acto de amedrentamiento, de hostigamiento respecto de la labor que realiza nuestra institución desde hace 41 años que es la defensa de los derechos humanos en nuestro país. Afortunadamente tenemos respaldo (de la información)”, aseguró Margotta.
El ocurrió a dos días de que la ONU anunciara que sí hubo muertes, torturas y violaciones sexuales durante las represiones en las protestas de Chile.