Willy Bardon, de 45 años fue condenado este viernes en Francia a 30 años de prisión tras el secuestro y muerte de una joven en 2002, pero tras escuchar el veredicto, decidió ingerir un producto tóxico y se encuentra grave en el hospital.
Mientras los familiares de la víctima lloraban y se abrazaban, satisfechos por la condena que recibía el asesino, Bardon no soportó su sentencia.
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“Su pronóstico vital sigue siendo reservado”, declaró Alexander Bosschere, fiscal de Amiens, a la agencia de noticias AFP, y añadió que, “según los familiares y los análisis realizados, absorbió un producto pesticida”.
Willy Bardon no soporto oír su sentencia y quiso suicidarse. (Captura: Infobae)
Además, asegura no explicarse cómo pudo ocultar el frasco que contenía el tóxico, si antes los agentes lo habían registrado para evitar cualquier altercado. Los miembros del jurado condenaron al acusado por violación, pero lo absolvieron del cargo de asesinato.
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En 2002, Elodie K. de 24 años, fue secuestrada, violada, estrangulada y quemada en el norte de Francia. Antes de morir, la muchacha llamó al 911, y el registro de 26 segundos que quedó de la comunicación, sirvió como pieza fundamental para resolver el caso.
En la escena del crimen, se pudo identificar el ADN de quien sería un segundo implicado, identificado como Gregory Wiart, pero el sospechoso falleció en 2003. Seis testigos afirmaron que reconocieron su voz en la escucha telefónica.
El hecho ha sucedido luego de 13 días de audiencias en las que participaron 47 testigos y peritos. A lo largo del juicio, el acusado se mantuvo inmóvil en su sitio, mientras negaba su participación en el crimen.