En 1922, el arqueólogo y egiptólogo británico Howard Carter descubrió uno de los mayores tesoros pertenecientes al faraón más joven de Egipto, Tutankamón. Se trata de dos trompetas, una de plata y otra de bronce que, según se dice, llevan consigo una maldición.
De acuerdo a la BBC, cuando cualquiera de las dos es tocada y su sonido se hace escuchar, no pasa mucho tiempo para que un desastre suceda. Grandes conflictos como la guerra del Golfo y hasta la Segunda Guerra Mundial han coincidido con esto.
De hecho, las muertes de Carter y su compañero Lord Carnarvon también le son ‘atribuidas’ a las trompetas. Ellos descubrieron la tumba de Tutankamon y cuando se dispusieron a abrirla, Arthur Weigall, inspector del Servicio de Antigüedades del lugar, le dijo al segundo que moriría si molestaba al faraón.
Coincidencia o no, seis meses después del hallazgo, Carnarvon falleció por una infección provocada por una picadura de un mosquito agravada por un corte que se hizo al afeitarse. Se dice también que a la misma hora en que murió el arqueólogo, su perro lo hizo de forma repentina.
Si no fuera suficiente, algo que alimentó la teoría de la maldición de estas trompetas fue el apagón que se produjo en El Cairo el mismo día de las dos muertes. La ciudad se quedó sin luz toda la noche. En los días siguientes los medios de comunicación de Egipto no dejaban de hablar de la “relación” entre los acontecimientos.
Tesoro
Los años posteriores fueron aún más significativos para esta leyenda. En 1923 el hermano de Carnarvon se suicidió. Archibald Douglas, quien sacó una radiografía de la momia de Tutankamón, falleció días después por una infección.
George Jay Gould, un magnate norteamericano, tuvo la misma suerte luego de visitar la tumba del faraón. Supuestamente murió de un resfriado. A la lista se sumaron después el propio Carter y varios de sus familiares.
En 1939, los productores de programas radiales convencieron al Servicio de Antigüedades Egipcio para transmitir el sonido de la trompeta de plata. Rex Keating, pionero de la radio, fue el presentador del hito.
Como entrevistado estuvo Alfred Lucas, uno de los sobrevivientes del equipo de Carter. Sin embargo, algo extraño volvió a ocurrir. A cinco minutos de que se diera la transmisión, las luces fallaron y todo oscureció. La grabación se debió hacer con solo velas alumbrando.
Lucas estaba nervioso, aunque trataba de aparentar que no. La razón era que antes él había intentado tocar el instrumento y terminó herido al punto de ser hospitalizado luego de que la trompeta se quebrara.
La BBC explica que quizás haya sido por la boquilla moderna que se le insertó y no era compatible.
La trompeta fue tocada finalmente por el músico James Tappern. Después de esto, estalló la Segunda Guerra Mundial.
Las dos trompetas de Tutankamón.
En 2011, la trompeta de bronce estaba siendo exhibida en el Museo de El Cairo y de pronto surgieron las revueltas que marcarían historia en el país con una revolución. El instrumento desapareció y fue encontrada tiempo después en un metro.
La historia cuenta también que antes de las guerras Árabe-Israelí, en 1967, y la del Golfo, en 1991, el sonido de una de las trompetas también se conoció.
Por estas razones, muchos argumentan que la ‘maldición’ de Tutankamón es real y tiene un sesgo bélico.
Dichos instrumentos y otros tesoros pertenecientes al faraón están siendo exhibidos en la Galería Saatchi, en Londres, Reino Unido. La colección forma parte de la exposición ‘Tutankamón: tesoros del faraón dorado’.
La presentación se extenderá hasta el 3 de marzo del 2020. Además, se podrá escuchar el sonido de las trompetas a través de una audioguía.
“No serán maldecidos en absoluto porque estamos aquí solo para mostrar la magia y la belleza de Tutankamón y pronunciar su nombre”, dice el doctor Tarek el Awady, curador de la exposición.