Los grandes empresarios iban a ser beneficiados con un proyecto de ley para rebajar los impuestos a los más ricos, pero el presidente de Chile, Sebastián Piñera, anunció la suspensión de su plan en otro intento por apaciguar las incesantes protestas que sacuden el país.
El viernes el nuevo ministro de Hacienda, Ignacio Briones, fue el encargado de informarle a representantes empresariales sobre la revocación de la medida, aunque matizó que “se desecha en los términos que fue originalmente planteada por el Gobierno”, refiere RT.
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La polémica reforma tributaria disponía que las empresas que pagaran sus impuestos liberaban de hacerlo a sus dueños y socios. Lo cual fue criticado por sectores sociales, entre otras cosas, porque el Estado dejaría de recaudar hasta 800 millones de dólares.
Datos de la Fundación para la Superación de la Pobreza arrojan que en Chile el 10% de la población gana un 7,% más que el 90% restante. El salario mínimo es de 400 dólares y ya el jefe de Estado ofreció a sumarle unos 65 más.
Piñera busca frenar las multitudinarias protestas con un paquete de medidas sociales de mejoras leves, un nuevo gabinete y un llamado de diálogo, pero el descontento social sigue vivo y se manifiesta con fuerza por las calles de casi todo el país, a dos semanas de su comienzo.
El viernes, con el lema ‘La marcha más grande todas’, retumbó con fuerza en las avenidas de Santiago y otras ciudades del país la exigencia de cambios profundos para superar la desigualdad.
Hasta en Sídney (Australia) algunos protestantes han pedido la renuncia del presidente. Foto: EFE
En la capital, a pesar de que la mañana fue tranquila y sin grandes aglomeraciones, la gente comenzó a acumularse durante la tarde en la Plaza Italia, epicentro de las protestas.
El aumento del pasaje del Metro de Santiago encendió las protestas y desnudó un sistema económico con el cual miles de ciudadanos están en desacuerdo, a pesar de que le permitió a Chile ser uno de los países más exitosos y estables de la región.
La Fiscalía situó en 23 la cantidad de muertos tras el estallido social, de los cuales seis eran extranjeros y cinco ocurrieron presuntamente a manos de fuerzas de seguridad públicas.
“¡Chile despertó!”, el grito característico de las protestas, marcó este sábado la marcha de centenares de chilenos, hispanos y australianos que se manifestaron en Sídney para defender “el derecho de vivir en paz”.
Chile.
La protesta, una de las varias que se han celebrado en Sídney y el resto de Australia en las últimas semanas, se convocó en solidaridad con los chilenos que piden justicia social, la renuncia de Piñera y la convocatoria a una nueva Asamblea Constituyente.
Un plebiscito que impulse una nueva Constitución, que reemplace a la que fue heredada por la dictadura de Augusto Pinochet (1973-90), es “fundamental” e indispensable para superar la crisis social que sacude a Chile, señalaron este sábado tres partidos de izquierda opositora al Ejecutivo de Sebastián Piñera.
Los líderes del Partido Socialista (PS), el Partido por la Democracia (PPD) y el Partido Radical (PR), que forman la llamada Convergencia Progresista, consideraron que las medidas que planteó Piñera son “insuficientes” y presentaron una lista de siete propuestas para superar la crisis.
“Tenemos contrapropuestas estructurales de cambio para Chile. Lo que el Gobierno ha puesto sobre la mesa hasta ahora es insuficiente para dar cuenta de las protestas masivas de la ciudadanía. La agenda social del Gobierno es insuficiente, tenemos que ir a lo fundamental”, señaló el presidente del PPD, Heraldo Muñoz.
La crisis, marcada por violentas protestas y saqueos, provocó 20 muertes, más de un millar de heridos y miles de detenidos, sobre todo la primera semana cuando el presidente Sebastián Piñera decretó el estado de emergencia que significó que salieran los militares a las calles por primera vez desde el retorno de la democracia y en un régimen de toque de queda nocturno.