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Mairena, la travesti que hizo historia tras obtener la custodia de un niño

Mairena dejó la prostitución para criar a un bebé de tres meses abandonado por sus padres. Años después, ellos la acusaron de sustracción y pelearon durante 10 años por su custodia.

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Mairena asegura que su orientación sexual nunca afectó a su hijo. Foto: captura

En 2004, Luis Gerardo Mairena Rodríguez rompió todos los esquemas luego de que las autoridades de Costa Rica le otorgaran la custodia de un menor de 10 años, pese a ser transexual. Su caso marcó historia en el país y simbolizó un hito para la comunidad LGTBI.

Mairena, como era conocida, se hizo cargo del cuidado de Michael desde que este tenía tan solo 3 meses de nacido. Sus padres lo dejaron abandonado en un estado de salud sumamente grave y ella decidió velar por él.

“Cuando a mí me dejaron a Michael, estaba enfermo, sin probabilidades de vida y entonces hubo una carrera, una lucha contra la muerte. Yo no concebía dejar a un niño morir y ahí le di todo el amor del mundo. Si él hubiera seguido con la mamá, seguramente, se hubiera muerto”, expresa Mairena a AM Prensa.

Instinto maternal

Era 1994 y Mairena se ganaba la vida prostituyéndose en las calles. Tenía ese oficio desde hace 30 años, pero todo cambió cuando una mujer le dejó a un bebé muy enfermo y lo abandonó.

Al sostenerlo entre sus brazos, despertó en ella un instinto maternal que nunca antes había sentido. Lo llamó Michael y decidió dejar atrás su pasado para convertirse en padre y madre del menor.

Mairena lo llevó a un hospital para atenderlo y no se apartó de su hijo hasta verlo recuperado. Abrió una pulpería y trabajó en muchas otras cosas que le generaron ingresos suficientes para sobrevivir.

Pronto Michael ya iba al kínder y de ninguna manera Mairena permitió que su “situación” perjudicara al niño. Solo la directora del colegio estaba enterada de que el menor estaba bajo el cargo de una transexual.

“He sido como esas gallinas que se abren para protegerlo. Prácticamente todo lo he pasado yo y como estuvo en escuelas privadas, la directora fue muy condescendiente con nosotros. Siempre lo mantuvimos al margen, siempre mi mamá iba a reuniones”, explica.

Conflicto por la custodia

Cuando Michael cumplió 4 años, la madre biológica apareció en su vida para intentar recuperarlo. Acusó a Mairena de sustracción ante el Patronato Nacional de la Infancia (PANI).

Michael a los 5 años. Foto: CR Hoy

Esta parte de su vida, confiesa, fue “más fea, incluso que la época de prostitución”, ya que le obligaron a entregar a Michael durante quince días a su madre biológica.

“Me lo bañaban con agua fría, me lo maltrataban, lleno de piojos, no me lo daban de comer. A los 15 días exactos, llegó la mamá y me lo dejó empeñado en 5 mil colones”, agrega.

El día del juicio, Mairena se presentó con Michael y el PANI se sorprendió de ver al niño con ella. Entonces, le contó lo que había sucedido.

Desde el Juzgado de Familia de Costa Rica iniciaron una investigación para determinar con quién debía quedarse el niño. El trámite duró años y en 2004, se la dieron a Mairena.

Un hogar con amor

El falló fue impuesto por la jueza Milagros Rojas Espinoza, luego de que se determinara que los padres biológicos habían abandonado al niño cuando tenía tres meses. Asimismo, se argumentó que los cuidados que Mairena le dio al menor fueron lo más adecuados.

“En ese hogar, el niño encontró el amor y la protección que le negaron sus progenitores”, afirmó Rojas aquella vez.

Pero la sentencia no se basó solo en la investigación del PANI, sino también en las declaraciones del mismo Michael, quien para entonces ya tenía 10 años. El pequeño había asegurado que quería quedarse con Mairena y que no le gustaría “vivir en ningún otro lado”.

Con respecto a los prejuicios por la preferencia sexual de Mairena, el juzgado señaló también que esto no afectaba al niño.

De hecho, actualmente con 25 años, Michael declaró en una entrevista para La Teja que siempre tuvo conciencia de que su mamá era “diferente” y nunca le importó.

“Lo sabía porque mi mamá tenía pene y pechos, pero nunca le vi nada de malo. Mami me dijo que era un hombre, que igual siempre me iba a amar, que son cosas que pasan en la vida, que tenía que entender. Me preguntó si me sentía incómodo o a gusto, y como a mí nunca me faltó el respeto, yo nunca tuve problemas con eso. Para mí siguió y sigue siendo mi mamá”, explica Michael.

Libre de estereotipos

Tal y como Mairena se lo inculcó, Michael creció aceptando la diversidad sexual de las personas sin que eso influyera la suya. Además, también lo educó para aprender a perdonar.

Actualmente él tiene una pareja estable y mantiene una buena relación con su madre biológica y sus hermanos. Sin embargo, afirma, Mairena es la figura materna que siempre tiene presente.

Mairena y Michael en la actualidad, 2019. Foto: La Teja

“Michael es mi vida. Es respetuoso y trabajador. Fue criado con todo el amor del mundo, sin morbo ni malicia y siempre lo mantuve al margen de los medios, pero ya decidió romper el silencio”, declaró Mairena.

Hoy en día, ella lidera una fundación llamada como su hijo Michael Vásquez, y se dedica a proteger los derechos de los menores de edad víctimas de explotación sexual. A su casa, cuenta, han llegado personas a morir de sida y les ha dejado a sus hijos para que Mairena les consiga un hogar.