A 18 días del incendio en el Amazonas, el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, António Guterres, se mostró “profundamente preocupado” y exigió a los gobiernos la protección inmediata del “pulmón del planeta”.
A través de su cuenta de Twitter, Guterres señaló estar “profundamente preocupado” por este crimen ambiental, que se ha convertido en la mayor noticia a nivel mundial.
“En medio de una crisis climática internacional, no podemos permitir que se produzcan más daños en una importante fuente de diversidad y oxígeno. El Amazonas debe estar protegido”, agregó el funcionario.
La extensión del área dañada por los incendios aún no se ha determinado, pero el humo ha llegado a Sao Paulo y varias otras ciudades brasileñas.
Brasil registró entre enero y las tres primeras semanas de agosto 71.497 fuegos, el mayor número para este período en los últimos siete años, y más de la mitad se reportaron en la mayor selva tropical del mundo.
Perú, por su parte, decretó una alerta que coincide con la llegada de humo a la región amazónica peruana de Madre de Dios, vecina al estado brasileño de Acre.
Estos han sido considerados los peores incendios forestales de los últimos años en el país suramericano, mientras que el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha sugerido que las ONG pueden estar detrás de ese desastre ambiental.
La insinuación del líder de la ultraderecha surgió en momentos en que densas nubes de humo provenientes de la Amazonía se extienden sobre importantes ciudades del mayor pulmón vegetal del planeta y hasta llegan a enormes centros urbanos, como la ciudad de Sao Paulo, Brasil.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (INPE), los focos de incendio en los últimos días han afectado 68 áreas protegidas por ser reservas ambientales o indígenas principalmente en la Amazonía.
La organización no gubernamental Instituto de Pesquisa Ambiental de la Amazonía (Ipam), en un comunicado en el que se refirió al aumento de los incendios, asoció el crecimiento de los focos de fuego a la deforestación promovida por hacendados.
“El número de focos de calor registrado en la Amazonía ya es en un 60 % superior al de los últimos tres años y ese pico tiene relación con la deforestación y no con una sequía más fuerte como podría suponerse”, denunció la organización.
De acuerdo con un informe del Instituto del Hombre y el Medio Ambiente de la Amazonía, que desde hace 28 años estudia la región, la tasa de deforestación en la selva brasileña creció un 66 % en julio pasado, aunque ese porcentaje llega al 278 % según las proyecciones del INPE.