Solo bastaron un par de fotos para colocar nuevamente a la policía norteamericana en el ojo de la tormenta. Esta vez, dos policías de la isla de Galveston, en Texas (Estados Unidos), fueron protagonistas de una polémica respecto al método que usaron para transportar a un ciudadano afroamericano al departamento policial de la localidad.
El hecho se produjo minutos después de que los agentes policiales, de iniciales P. Brosch y A. Smith, capturaran al ciudadano afroamericano Brandon Neely, de 43 años, por supuestamente exceder los límites territoriales de una firma de inversiones. Al no contar con un patrullero, los efectivos, quienes iban en caballo, tomaron una controvertible decisión.
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Uno de los policías sacó una soga gruesa y azul para amarrarla en las esposas de Brandon Neely, quien en ese estado fue transportado a pie hasta la delegación policial correspondiente. Muchos testigos compararon el arresto con la forma en que capturaban a los “esclavos en el siglo XIX”.
El caso que inició en Texas (Estados Unidos) se convirtió en materia de debate. Sobre todo porque las fotos fueron viralizadas rápidamente a través de las redes sociales. La familia de Brandon Neely, también, afirmó que él padece de enfermedades mentales. “Creo que la forma en la que lo manejaron fue repugnante”, dijo un pariente del agraviado. “La familia está ofendida”, sentenció.
El jefe de Galveston, Vernon L. Hale III, calificó al arresto a Neely como una “vergüenza innecesaria”. “Creo que nuestros oficiales mostraron mal juicio en este caso y podrían haber esperado una unidad de transporte en el lugar del arresto", dijo Hale en un comunicado. Los oficiales no tenían “intención maliciosa”, agregó.
A pesar que el departamento identificó a los policías involucrados, no se sabe si van a recibir cargos al respecto, como tampoco se sabe por qué tuvieron que proceder de ese modo tan discutible.