EFE y AFP
Hong Kong se recuperaba de la conmoción que supuso el asalto sin precedentes al Parlamento el lunes, mientras Pekín pedía mano dura con los responsables, al igual que el Gobierno local, aunque este se mostró dispuesto a “escuchar a todos los sectores”, incluidos los jóvenes.
En una conferencia de prensa a las cuatro de la madrugada locales, la jefa del Ejecutivo hongkonés, Carrie Lam, comparecía ante los medios para condenar el “extremo uso de la violencia y del vandalismo” por parte de los manifestantes.
Sin embargo, también dejó caer que ha “reflexionado” sobre lo sucedido y afirmó que está dispuesta a “escuchar a todos los sectores de la ciudad, incluida la juventud”.
El presidente del Consejo Legislativo, Andrew Leung, anunció que la Cámara permanecerá cerrada al menos las próximas dos semanas.
“Sabemos que violamos la ley, pero no tenemos alternativa”, afirman los jóvenes de Hong Kong que tomaron por asalto el parlamento local y están dispuestos a todo para hacerse oír por el gobierno pro-Pekín al que acusan de sordera.
La tensión subió varios niveles este lunes en la excolonia británica, escenario desde hace semanas de un movimiento de protesta histórico contra un controvertido proyecto de ley destinado a autorizar las extradiciones a China continental.
Los opositores al proyecto, que Carrie Lam ha dejado “en suspenso” ante las protestas, temen que la nueva ley pueda facilitar el traslado al continente chino de activistas, periodistas o trabajadores de derechos humanos para someterles a la justicia china, que no ofrece suficientes garantías.
China lamentó este martes la “flagrante injerencia” en los asuntos internos de Hong Kong del presidente estadounidense Donald Trump, quien dijo que los manifestantes que irrumpieron en el parlamento de esta excolonia británica, devuelta a China en 1997, quieren “democracia”.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo el lunes que los manifestantes que tomaron el Parlamento de Hong Kong: “Buscan la democracia y creo que la mayoría de la gente quiere la democracia. Desafortunadamente, algunos gobiernos no quieren la democracia”, dijo Trump a periodistas en la Casa Blanca.