En el caso Lava Jato. El expresidente de Brasil Michel Temer, ya sin la protección de los fueros políticos, fue apresado por orden de un juez de Río de Janeiro.,EFE, AFP Calculador, frío y pragmático, Michel Temer dedicó casi toda su vida a la política, alcanzó la presidencia de Brasil tras la convulsa destitución de Dilma Rousseff y ha terminado arrestado por sospechas de corrupción que le acompañaron durante buena parte de su mandato. Sobrevivió a casi todo, incluso a una impopularidad récord en su breve mandato, pero a los 78 años el veterano estratega ha caído víctima de las denuncias de corrupción que oscurecieron su gris presidencia. Menos de tres meses después de salir del Palacio de Planalto, Temer fue detenido este jueves en Sao Paulo a pedido de un juez de la operación anticorrupción Lava Jato en Río. PUEDES VER Expresidente de Brasil habría desviado en 40 años casi US$500 millones Su derrumbe, tras sus dos años y siete meses de presidencia, lo convierte en el segundo exmandatario de Brasil en ser detenido en menos de un año, tras el apresamiento en abril de Lula da Silva, condenado a 12 años y un mes de cárcel. Imposible pensar algo así en 2016, cuando Temer, el hasta entonces discreto vicepresidente conservador de Rousseff, se hizo con los focos al beneficiarse de su destitución por el Congreso bajo la acusación de manipular las cuentas públicas. Licenciado en Derecho, Temer, uno de los dirigentes del Movimiento Democrático Brasileño (MDB), había ganado en 2010 las elecciones como candidato a vicepresidente de la fórmula encabezada por Rousseff, y repitió victoria en los comicios de 2014, a pesar de que estaban en las antípodas ideológicas. PUEDES VER ¿Cuántos presidentes de Brasil han caído tras el destape de Lava Jato? La relación entre ambos se empezó a torcer desde el inicio de ese segundo mandato y terminó por explotar a fines de 2015 cuando Temer dijo sentirse un vice "decorativo". Con el divorcio formalizado, Temer apoyó entre bastidores el juicio político impulsado por el Congreso contra Rousseff por irregularidades fiscales y que despejó de su cargo a la primera jefa de Estado brasileña. Temer asumió interinamente la Presidencia el 12 de mayo de 2016 y, de forma definitiva, el 31 de agosto. Hasta hoy, la oposición califica ese episodio de "golpe". En el gobierno impulsó duras reformas de corte liberal que abrieron las puertas al abaratamiento de la mano de obra, e intentó además aprobar una dura reformas de las pensiones, cuyo trámite se paralizó en el Congreso ante los primeros escándalos de corrupción, surgidos a mediados de 2017. PUEDES VER Brasil: detienen a expresidente Michel Temer por investigación de caso Lava Jato Las revelaciones de directivos del gigante de la carne JBS provocaron que Temer se convirtiera en el primer presidente brasileño en ejercicio en ser denunciado formalmente por asuntos de corrupción. Y no fue una, sino dos veces. La primera por corrupción pasiva y la segunda, por obstrucción a la Justicia y asociación ilícita. La Fiscalía le acusó entonces de ser el "líder de una organización criminal" junto con otros miembros de su partido. Sin embargo, las dos querellas fueron rechazadas por el Congreso. La fuerte base oficialista evitó se abriera juicio. Dos semanas antes de abandonar el cargo, la Fiscalía le denunció por tercera vez por corrupción y lavado de dinero por un decreto que alteró la ley de puertos y benefició a algunas empresas del sector portuario. Temer también es investigado por recibir supuestos sobornos de Odebrecht, uno de los 10 casos que pesan en su contra. Su imagen competía con la de ser el primer presidente brasileño en ejercicio en ser denunciado por un delito común y el que batió récords de impopularidad desde el fin de la dictadura (1964-85). Hijo de inmigrantes libaneses, Temer está casado en terceras nupcias con Marcela Tedeschi, exconcursante de certámenes de belleza 43 años menor que él. Con su primera esposa tuvo 3 hijas. Este jueves fue preso preventivamente tras la orden dictada por el juez Marcelo Bretas, encargado en Río de los desdoblamientos de la Operación Lava Jato, que investiga los millonarios desvíos ocurridos en Petrobras. El expresidente de Brasil Lula da Silva dijo que "todo el que comete delito, si se prueba, debe ser detenido. Sea Temer, Lula... Nadie puede ser preso sin debido proceso".