Javier Masías sobre sus ácidas críticas a los famosos: "No tienen nada que perder, que se frieguen”

A pocos días de la final de la primera temporada de “El gran chef: famosos”, Javier Masías se mostró feliz porque continuará como juez en una segunda temporada al lado de Giacomo Boccio y Nelly Rossinelly. En una entrevista para La República, el crítico culinario contó por qué aceptó la propuesta de aparecer en televisión y habló de sus compañeros del jurado. Además, hizo una reflexión sobre todo lo que ha aprendido de sus pupilos.

—Antes de “El gran chef: famosos”, ¿tenías reparos en ver televisión peruana?

—Yo no veo televisión nacional desde hace muchísimos años y lo he vuelto a ver para el programa de televisión, para aprender si estoy haciendo algo bien y si estoy haciendo mal. Nosotros acá estamos constantemente todo el día grabando. Grabamos entre seis y ocho horas al día, a veces un poquito más, para que al final quede una hora y media de programa. Todo el tiempo estamos dando material y (el equipo de) Edición hace la magia de la televisión. No veía televisión y lo empecé a ver por esto. Pero en el camino me empezó a divertir, me muero de la risa, la verdad es que es un trabajo súper entretenido y vengo ahora bien contento a trabajar. 

—¿Qué estabas haciendo cuando te enteraste del proyecto?

—Antes de hacer televisión, me pasaba la mayor cantidad de tiempo en mi librería (Babel). Tengo una librería pequeñita, mide 50 metros cuadrados, donde intentamos traer algo diferente para el Perú. Tenemos una amplia oferta culinaria también, más de 400 libros de cocina en cualquier momento del año. Pero nosotros ya éramos exitosos. Es un trabajo tranquilo, en el sentido de que es un trabajo plácido y un ambiente relajado. 

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—¿Y qué te motivó a aceptar la propuesta?

—Dije: “Quieren que sea otra vez juez de comida, lo puedo hacer”. Lo he hecho toda mi vida, he sido jurado para concursos de cacao, de coctelería. He hecho mucha crítica; pero yo pensé que iban a cocinar mejor y más bien cuando llegué empecé a comer realmente horrible, recién en las últimas semanas hemos empezado a comer bien y hay una curva de progresión, una curva de aprendizaje bastante interesante en los participantes. Creo que, el que persevera, triunfa. Y eso lo estamos demostrando.

—¿Han cocinado tan mal que de verdad has bajado de peso?

—Hace años me mudé y en la mudanza empecé a revisar con qué cosas me quería quedar y vi unos shorts lindos que me compré una vez, pero olvidé que los había comprado y, cuando me los quise poner, ya no me quedaban. Pero esta vez ha pasado algo a la inversa. El otro día, al mudarme de nuevo, empecé a ver los lindos shorts porque no me los había puesto nunca. Entonces me los probé y me quedaban como un guante. Y son dos tallas menos de las que usaba antes de entrar acá. 

—¿Qué es lo que te deja “El gran chef: famosos”?

—Yo abordo este proyecto con mucha humildad porque, si bien nosotros somos muy buenos en lo que hacemos y tengo un gran recorrido en prensa haciendo periodismo gastronómico, en la televisión soy nuevo. Si te fijas, la mayoría de los famosos tienen mucha más experiencia que nosotros, tienen 10 años, mínimo, en televisión. Entonces yo he venido a mirarlos, a observar cómo se comporta este espécimen extraño llamado famoso y aprender de ellos la maravillosa resiliencia que hace que puedan sobrevivir a un medio tan hostil y tan volátil como la televisión, especialmente la televisión nacional de señal abierta. Esa es la mirada con la que yo vengo: con mucha curiosidad. Yo vengo con un espíritu adolescente de fascinación y aprendizaje constante. 

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—¿Qué has aprendido de los participantes?

—Nosotros probablemente les enseñamos muchas cosas. Giacomo y Nelly les enseñan a cocinar. De repente, de mí verán el tema de apreciación. Pero a la vez siento que esto me alimenta mucho porque estimula mi asombro, mi curiosidad y mis ganas de aprender. A mí me toca dar 'katana'. Soy la parte punitiva del programa y me toca realmente hacer algo que nunca haría de manera cotidiana, pero aquí son famosos, no tienen nada que perder, que se frieguen.

—Nelly dice que eres un “dulce corazón” fuera de cámaras, ¿es verdad?

—No, a ella le gusta ablandarme, pero no es verdad.

—¿Cómo son Giacomo Boccio y Nelly Rossinelly?

—Giacomo es muy exigente y es una verdadera enciclopedia gastronómica. Él sabe un montón. Bueno, enseñando, aprende y ahora es un maestro. Nelly también cocina, es un avión cocinando.

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