El actor Will Smith ha confesado que pensó matar a su padre Willard Carroll Smith por los maltratos que ejerció contra su madre cuando él era apenas un niño. El artista abrió su corazón en su último libro titulado como su nombre. Su historia personal se publicará el 9 de noviembre en Estados Unidos y llegará a España el 1 de diciembre.
La revista People accedió a un adelanto de lo que se podrá leer en las memorias de Will Smith. Allí, el actor cuenta las difíciles experiencias que marcaron su infancia y detalla cómo ha sido su relación con sus padres.
“Mi padre era violento, pero también estaba en cada obra de teatro y recital. Era un alcohólico, pero estaba sobrio en cada estreno de cada una de mis películas. Escuchó cada disco. Visitó todos los estudios. El mismo perfeccionismo intenso que aterrorizó a su familia, puso comida en la mesa todas las noches de mi vida”, señaló.
Ultima sesión de fotos de Will Smith. Foto: GQ
Luego, recordó uno de los hechos de violencia que presenció cuando era un niño. Reconoció que ese recuerdo le generó un trauma hasta que se convirtió en adulto. Según él, siempre sintió que debió hacer algo más aquel día.
“Vi a mi padre golpear a mi madre en un lado de la cabeza con tanta fuerza que se derrumbó. La vi escupir sangre. Ese momento en esa habitación, probablemente más que cualquier otro momento de mi vida, ha definido quien soy”, señaló el actor.
“Dentro de todo lo que he hecho desde entonces; los premios y elogios, los reflectores y la atención, las risas y los personajes, ha habido una sutil cadena de disculpas a mi madre por mi inacción ese día. Por no hacer frente a mi padre”, agregó.
Relata que luego de que sus padres se divorciaron en el 2000, su progenitor fue diagnosticado con cáncer. Will Smith se encontraba cuidándolo cuando, por un momento, vio la posibilidad de cobrar venganza contra él.
“Una noche, mientras delicadamente lo sacaba de su dormitorio hacia el baño, una oscuridad surgió dentro de mí. El camino entre las dos habitaciones pasa por la parte superior de las escaleras. Cuando era niño, siempre me dije a mí mismo que algún día vengaría a mi madre. Que cuando fuera lo suficientemente grande, cuando fuera lo suficientemente fuerte, cuando ya no fuera un cobarde, lo mataría”, confesó.
“Me detuve en la parte superior de las escaleras. Podría empujarlo hacia abajo y salirme con la mía fácilmente. A medida que las décadas de dolor, ira y resentimiento desaparecieron, negué con la cabeza y procedí a llevarlo al baño”, finalizó.