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Anahí de Cárdenas: “El cáncer me ha hecho ser más agradecida”

Revelaciones. La actriz acaba de publicar su primer libro, un relato de su experiencia cuando enfermó de cáncer.

larepublica.pe
Anahí de Cárdenas acaba de publicar con la editorial Penguin Random House bajo el título # Fuck cáncer Lado B. Foto: composición LR / difusión

Anahí de Cárdenas fue diagnosticada con cáncer de mama en 2019 y desde entonces su vida ha sido un vaivén de emociones fuertes. A pesar de lo dura de su batalla, durante ese tiempo escribió un diario que ahora acaba de publicar con la editorial Penguin Random House bajo el título #Fuck cáncer Lado B.

Se trata de un libro tremendamente honesto y un testimonio valiente donde la actriz de 37 años revela detalles de lo que fue afrontar el día a día de una enfermedad devastadora. Todos sus miedos, sus luchas, angustias y esperanzas se plasman en las páginas de este trabajo, donde por momentos incluso ironiza con humor sobre ella misma.

Su lucha contra el cáncer no ha sido la única que ha librado en la vida: también habla de su salud mental y hasta del COVID que contrajo luego de terminar su última quimioterapia. Después de tanto camino recorrido, Anahí continúa transformando su experiencia en acciones positivas.

Convertida en una tenaz activista con su fundación ‘Previene Perú’, espera llevar un mensaje de prevención a todo el país y apoyar psicológicamente a mujeres que padecen cáncer de mama. “La prevención lo es todo”, nos dice, hoy sana, más feliz y viva que nunca.

¿Cómo surgió la idea de escribir este libro?

La verdad es que no empecé a escribirlo como si fuera a ser publicado, porque escribir siempre me ha ayudado a procesar lo que me pasa y lo hago desde que era una adolescente. Lo empecé a escribir para mí, para poner en papel todo lo que sentía y me pasaba por la cabeza durante el proceso de mi enfermedad. Al mes y medio me contactaron de Penguin para proponerme publicar un compilado con mis post de Instagram y les conté sobre lo que estaba haciendo. Les encantó la idea, así que seguí escribiendo por un año y medio.

Anahí de Cárdenas, cáncer.

¿Qué fue lo que te motivó a publicar algo tan personal?

Cuando empecé con este proceso encontré mucha literatura respecto al cáncer, pero no de personas públicas como yo. Mucha gente en mis redes me escribía haciendo preguntas, y cuando me enfermé, sentí que no había encontrado el libro para mí de donde sacar referencias. Así que me pareció bacán que personas que estuvieran pasando por esto tuvieran una historia de primera mano. Siento que era lo que tenía que hacer y brindar a la comunidad para poder aligerar un poco la carga.

Además del proceso de tu cáncer, en el libro tocas el tema de la salud mental. Hablas de los tratamientos que tuviste desde adolescente, de la ansiedad, de la depresión, del borderline, hasta de aquella vez que fuiste mal diagnosticada con esquizofrenia. ¿Cómo sale esta otra historia a colación?

Creo que es importante echar luz a la salud mental, es un tema que por demasiado tiempo ha estado en la oscuridad. Soy una creyente de que sin salud mental no vamos a llegar a ningún lado, entonces es importante quitarle el estigma y comenzar a hablar de ello, porque no hay una sola persona que conozca que no haya pasado por un episodio relacionado con la salud mental. Y el grave problema que persiste es que la gente tiene vergüenza de esto, porque por muchos años han visto a las personas que pasan por procesos como depresión, ansiedad, desórdenes alimenticios o borderline (como yo), como gente poco confiable y eso es mentira.

Es un tema incomprendido que, además, está en la cola en el rubro de la salud pública.

¡Absolutamente! Es un tema que está en la cola y nuestro país es uno con los más altos índices de feminicidios. ¿Por qué crees que es eso? Por la falta de acceso a la salud mental. Lo que he intentado en este libro es como un abrazo grande a la gente que lo está leyendo y decirles que no están solos y que yo los entiendo. Ninguna emoción es mala, todas son válidas porque vienen de nuestro interior. No puedes hacer nada para dejar de sentir, son cosas que se tienen que aceptar y una vez que se aceptan y se miran con compasión, uno empieza a ser capaz de manejarlas y controlarlas.

Otra revelación que haces en tu libro es que también tuviste COVID. ¡Tras cuernos palos! ¿Eres consciente de lo fuerte que eres?

(Risas) Gracias al cielo fue después de terminar mis quimioterapias. Fue un gran susto.

¿Por qué no lo hiciste público en tus redes?

Sí lo comenté en un En Vivo, creo, pero pasó totalmente desapercibido. Quizás probablemente no se entendió.

En diferentes momentos de tu relato también afirmas que el cáncer te ha vuelto una persona más feliz y hasta le agradeces. Esta es una enfermedad tan dura... ¿Por qué dices que te ha hecho una mejor persona?

Porque me ha hecho más agradecida. Al enfrentarte cara a cara con la muerte, con la posibilidad de morirte (¡y además dos veces con el cáncer y la COVID), automáticamente comienzas a ver las cosas que te perderías si es que te mueres y yo no quiero dejar de vivir, yo estoy feliz viviendo. Quiero vivir hasta muy viejita y estar rodeada de la gente que quiero, de mis animales, trabajar que me hace muy feliz. Por más que tengamos días grises (que todos los tenemos) el balance al final del día es positivo. Cuando empiezas a agradecer cambia todo, creo.

Creo que la COVID enseñó a mucha gente a ser agradecidos con la vida, como dices, y valorar lo verdaderamente importante.

Así es. La vida es frágil, nadie la tiene comprada, la enfermedad no discrimina y lo que debemos hacer es prepararnos y ser muy conscientes de lo suertudos que somos.

¿Qué cosas de Anahí ya no existen después de haber tenido cáncer?

No es que no existan, son parte de mi historia y son partes con las que estoy en paz y con las que sigo trabajando para poder seguir en paz.

Entonces cambio la pregunta. ¿Con qué cosas estás ahora en paz?

(Silencio prolongado) Es muy particular lo que me preguntas, porque acabo de salir de una terapia donde estoy trabajando una técnica del reprocesamiento del trauma y hoy me fui a la mitad, porque me estaba costando mucho entrar a ver todas esas cosas que he dejado de lado. Pero te digo qué cosas he aprendido. He aprendido que la vida está en control, que los niños que habitan en esas diferentes partes de mí: la perfeccionista, la culposa, la colérica... la Anahí adulta las puede calmar. Por lo menos ya sé cómo hacer para que se calmen. Y que la adulta desde su lugar de adulta dice: “Oye, tranqui. Ya pasó, míralo, no tienes por qué sentirte así, son válidos tus sentimientos, pero ahora yo me encargo”.

Imagino que estás feliz por tu próxima vuelta al teatro presencial.

Sí, estoy feliz, parezco un perro con dos colas, no puedo con la felicidad de pisar un escenario. Regreso al teatro el 20 de noviembre con Té de tías con cuatro funciones presenciales y en streaming. También estuve en Houston grabando voces para mis nuevas canciones, porque a mediados de noviembre lanzo mi disco. Es música pop con letras mías, algunas en español y otras en inglés. Está bien bonito. Además, tengo tres películas que estoy esperando que salgan: Prohibido salir, No me digas solterona 2 e Igualita a mí.