Gian Marco Zignago lanza el disco número 16 de su carrera. “Al final es el público quien le pone la nota. Considero que los nervios son señales de que todavía me gusta sacar discos”, nos dijo ayer por teléfono. Mandarina toma nombre del sencillo cuyo videoclip es protagonizado por Maju Mantilla. El disco “es diverso”, con canciones como ‘Así soy yo’ (dueto con Coti), ‘No será fácil’ con rock, pop y otras con influencia de la música andina, como el huaylas. “Si hago un análisis de mis discos, desde el primero, siempre ha habido un crecimiento”.
Con ‘Calma en mí’, el cantautor habla de “los errores del pasado” y le canta a Dios. “Me cala muy hondo. La hago porque durante muchos años la gente me preguntaba ‘por qué no le haces una canción a Dios’. Y un día apareció y sé que va a ser una joyita dentro del disco, tengo una conexión con esa canción”, dice.
Para Gian Marco, Perú está polarizado, como pasa “en general” en Latinoamérica, que se ha tomado como “normal” problemáticas que deberían preocuparnos siempre. “Se normaliza todo. Como que estés hoy comiendo un cebiche maravilloso con tus amigos, pasándola increíble, pero en Somalia hay un niño de 13 años peleando una guerra civil”.
El cantante, que marchó por la democracia en noviembre, sostiene que no debemos responsabilizar solo a la clase política. “Siento que todo lo que nos está pasando, a nivel político y a nivel social, es porque todavía no tenemos la capacidad de reconocernos. Una persona, tú o yo hacemos un trabajo diario para ser mejores, vamos a terapia, claro, suena muy sencillo (sonríe), idealista, pero sí me imagino a una sociedad que sabe escuchar. Nos ha ganado la rabia, la desazón, la historia y lo más loco es que ya sabemos que nos estamos haciendo daño entre todos. No podemos echarles la culpa solo a las personas que supuestamente administran un país. No debe ser nada fácil, a mí me encantaría tener vocación política y hacer lo que mucha gente se atreve a hacer ¿no?”.
¿A qué has querido cantarle en este disco? Me hablabas de lo especial de grabar ‘Calma en mí’.
Yo practico el budismo, mi madre lo practica hace muchos años, y debo confesar que soy un conocedor y fan de Jesús. Desde una perspectiva revolucionaria, revolucionó muchos aspectos del ser humano (...). En este disco le escribo a la posibilidad de seguir haciendo música, diciendo cosas que tengo ganas de decir y con Mandarina demostrar lo que puedo hacer como músico.
No pasó ni un día del anuncio de Mandarina y los usuarios o troles escriben que estás haciendo alusión a un partido político, ¿te sorprende ese tipo de respuestas?
Soy una persona que sigue siendo atacado en las redes sin razón. Yo no tengo Twitter en mi teléfono, lo manejan mis oficinas. Debo confesarte que estábamos trabajando con el equipo, con la gente de México y de repente cuando nos dimos cuenta de que ya salía Mandarina dijimos: “La coyuntura política ¡¡¡no!!!”, pero qué puedo hacer contra eso, no puedo hacer nada, no voy a salir a decir: “no, lo que pasa es que…” Hoy en día todo el mundo se justifica.
¿Como si fueran o no culpables?
Es correcto. He aprendido con los años porque antes era muchísimo más fosforito, ¿no? Hoy en día me han dado tanto con palo gratis que, si me cruzo con alguien en la calle que escribió algo malo de mí, es muy probable que esa persona me salude o nos demos un abrazo, es un mundo paralelo las redes (ríe). Salí a marchar porque tuve ganas de hacerlo, pero igualito me dieron con palo.
Entonces, ¿independientemente de quien gane las elecciones, debemos involucrarnos?
Coincido en que no vamos a crecer como sociedad si no nos aprendemos a reconocer. Hay mucha gente que lo está haciendo, hay muchos movimientos. Por ejemplo, cuando arrancó la pandemia, hice una campaña y personalmente llamé al Banco de Alimentos. Eso es reconocernos, para mí es eso, identificarnos con algo, involucrarme desde el mejor lugar que uno pueda, porque yo no puedo sentarme a hablar sobre el PBI o los contratos de las mineras, porque no tengo la mínima idea, pero lo que sí sé es que tengo humanidad, y la humanidad no la podemos perder. Las cosas van a cambiar, al margen de la política, cuando realmente reconozcamos lo poderosos que podemos ser, si no, vamos a seguir polarizados, desunidos, todos se van a gritar y nadie se va a escuchar. Deseo obviamente que nuestro país tenga siempre el mejor comienzo, no quiero decir el mejor final, porque es el mejor comienzo, siempre. Ojalá.
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