Por: Lucía D’Arrigo
El actor Julián Zucchi tiene a su esposa Yiddá Eslava y a su hijo Tomás junto a él en casa; sin embargo, su madre está a kilómetros de él, en Argentina. Sabe que la situación económica es complicada por la pandemia y asegura que, ante la necesidad, mucha gente se ve obligada a enfrentar al coronavirus con tal de llevar un pan a la mesa de su hogar.
En conversación con La República, el ex ‘chico reality’ aseguró, además, que no está de acuerdo en diferenciar a las personas por su trabajo a la hora de entregar bonos, tema que sacó mucha espina por la inacción del Ministerio de Cultura. Sin embargo, aplaudió la iniciativa de otros actores de ayudar a los colegas que la están pasando mal. Esta empatía también lo ha llevado a participar en la cruzada solidaria de la Teletón ‘Por un Perú sin hambre’.
¿Cómo vienen pasando la cuarentena?
No es fácil que de un día para otro tu vida cambie. Es una situación bien complicada. Mi famillia vive en Argentina, tengo amigos en otros países y la noticia de los números de infectados y muertos en Perú llegó a todo el mundo.
Las personas que tengamos un plato de comida, un techo y estemos saludables debemos ser agradecidas.
Julián Zucchi
Tu familia vive en Argentina y no puedes verlos, eso debe ser bastante difícil...
Eso es lo más difícil y triste de esto, estar lejos de la familia, pensar que le llegue a pasar algo a un familiar tuyo y la imposibilidad de viajar o estar cerca de ellos. (Igual) Hablamos constantemente, hoy el Internet nos permite estar conectados, estamos lejos pero unidos, el papá de Yiddá (Eslava) vive cerca de nosotros y lo vemos por videollamada, al igual que a mi mamá que vive en Argentina.
De esa manera se cuidan ustedes y también cuidan a su familia...
Es una cuestión de cuidarnos todos. Yo no tengo las condiciones para ser de riesgo, pero Yiddá está embarazada, tenemos un hijo chiquito y, si bien en un inicio dijeron que los niños eran asintomáticos, después hemos visto videos de niños con coronavirus y son horribles, entonces, como padre, al imaginar que tu hijo puede estar en esa situación, lo vas a cuidar. Cada uno tiene que hacer su protocolo.
Julián Zucchi
Hay personas que salen a las calles porque necesitan seguir llevando el pan a la mesa de su hogar, pero hay otros que violan la cuarentena sin razón alguna, ¿qué opinas sobre ello?
(Sobre el primer grupo) Yo comprendo la necesidad de ellos como padres. Si tengo que darle de comer a mi hijo, aunque afuera haya una manada de leones, yo voy a salir igual. Si vas a salir a trabajar, ya que no te queda de otra, cuídate, protégete, usa mascarilla.
Este otro grupo de gente que ha hecho reuniones, que se ha juntado a ‘chelear', no tiene justificación... Es injusto para las personas que si se cuidaron y cumplieron con la cuarentena que, si se llegan a contagiar, no los van a poder atender en los hospitales, tampoco va a haber oxigeno. Si tú ves gente que se está muriendo de hambre, que la está pasando mal y lo único que quieres es salir a ‘chelear’, juntarte con tus patas, me da el peor sentimiento que puede salir.
¿Cómo te animaste a formar parte de la iniciativa ‘Por un Perú sin hambre’ que organiza la Teletón?
Ellos (los trabajadores de Teletón) fueron a ayudar con canastas de comida a las familias de la Teletón, le llevaron una canasta a uno de los padres de los niños en un lugar bien humilde y él les dijo que si la podía compartir con su vecino que tampoco tenía que comer, entonces se dieron cuenta de la dimensión de esto. Ahí me llamaron y me dijeron que no podían hacer oídos sordos a esta situación, así que me sume sin dudarlo. La campaña me gusto porque, de verdad, yo siento que más gente se va a a morir por la necesidad de buscar alimento que por el virus en sí.
¿Qué opinas sobre la emisión de programas de entretenimiento en cuarentena?
Yo entiendo la necesidad de ‘chambear', la entiendo, pero a mi no me parece bonito decirle a una persona que está pasando un mal momento, que se quedó sin ‘chamba’ y que no sabe cómo va a vivir de acá en adelante ‘quédense en su casa, nosotros no’.
No tengo nada contra los programas, al contrario, tengo muchos amigos y les tengo mucho cariño, pero hubiesen sido bacán formas creativas de adaptar los formatos a esta época y que cada uno se pueda conectar desde su casa. Uno le puede sacar mucho provecho a eso. Me hubiese gustado un poco más de esfuerzo y de creatividad sin necesidad de hacer que los conductores, los participantes o los artistas tengan que salir de sus casas.
Julian Zucchi se pronuncia en redes sociales. Foto: Composciión.
¿Qué opinas sobre la entrega de bono para artistas?
Para mí está mal diferenciar, seas artista, albañil, gasfitero, conductor, periodista, la profesión que sea; para mí lo que está bien es decir “¿quiénes de todos estos sí necesitan ayuda?, ¿quiénes de verdad no tienen para comer o para pagar sus cuentas?”.
Lo que si me pareció bacán fue una campaña que hicieron unos artistas para que entre artistas nos ayudemos, en la que quienes tenían la posibilidad depositaban a una cuenta para que se ayude a la gente de la industria que no tenía. Ahí digo “ya, bacán”, pero no vayamos a molestar al Gobierno para que vaya a dar un bono cuando quizás hay gente más necesitada.
Y sé que el rubro de artistas es muy amplio porque después se habló de cómicos ambulantes, de un montón de artistas callejeros que viven del día a día y los entiendo y me parece bien.
Yiddá Eslava y tú van a ser padres por segunda vez, ¿cómo se enteraron de la noticia? ¿lo tenían planeado o fue una sorpresa?
Nosotros habíamos dicho que este era el año definitivo, Yiddá ya tiene 36 años y no queríamos ser papás con mas edad, entonces dijimos “este año o tenemos un hijo más o nos quedamos solo con Tomás”.
Lo que yo siempre pienso como padre es que si quiero traer un hijo al mundo quiero darle lo mejor, por lo menos estar seguro que le voy a poder dar un plato de comida, que le voy a poder cubrir los gastos del seguro. Habíamos arriesgado todo por la película (Sí, mi amor), hipotecamos la casa, pusimos todo nuestro esfuerzo de años y, bueno, con el resultado de la película nos pusimos a festejar y en esos festejos vino el segundo.
Hipotecaron su casa, eso es arriesgar demasiado...
Sí, pero no lo dudamos en ningún momento, fue de esas cosas en las que hay que hacerle caso al instinto. Yiddá y yo trabajamos en esta profesión desde muy chicos y sabemos que nadie te regala nada, sabemos que es difícil... Cuando vimos el monto de cuánto era hacer una película casi nos desmayamos, por suerte muchas marcas que trabajaban con nosotros apostaron por la película y justo lo que faltaba para pagar el cien por ciento era lo mismo que el banco nos podía dar por nuestro departamento. Todo coincidió y dijimos ‘bueno, hipotequémoslo’. Fuimos al banco, firmamos el documento... pero felices porque sabíamos que era lo que nos iba a permitir hacer una película sin deberle nada a nadie... bueno, al banco, pero sabíamos que tenía una garantía del departamento.
Entonces dijimos “bueno, si le va mal a la película lo peor que nos va a pasar es que tendremos que pagar todos los meses la cuota del banco o nos sacarán del departamento y nos iremos a vivir a la casa del papá de Yiddá”.
La película tuvo un gran éxito, pero, ¿esperaban que llegara a Netflix?
Siempre lo deseamos. Gustavo Cerati decía “mereces lo que sueñas”’, pero a los sueños hay que meterle ‘chamba’. Nosotros soñábamos estar en Netflix desde que hicimos la película. Moví cielo y tierra, conseguí los contactos, a Netflix le gustó y ahí esta para que la vean en todo el mundo.
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Para las donaciones el público podrá ingresar en la Pagina Web Teletón: www.teleton.pe con todas las tarjetas Visa y Mastercard del Perú y del extranjero.
Los clientes de Scotiabank, Interbank, BBVA y BanBbif, podrán donar a través de PLIN al número 984 200 200.
Además, se podrán utilizar los canales digitales BCP, Banca Móvil, Banca por Internet y Yape. También, las cajas recaudadoras de Plaza Vea y Vivanda, así como la página web de Promart https://www.promart.pe/.
Las donaciones recaudadas servirán para llevar alimentos a 100 comedores parroquiales que se encuentran en todas las jurisdicciones eclesiásticas del país.