Raúl Romero le ha cogido el gusto a hacer transmisiones en vivo, donde no solo hace las locuras a las cuales nos tiene acostumbrados, sino también interactúa con su público que le lanza una serie de preguntas que el músico siempre responde con mucho humor.
En su más reciente directo a través de Facebook, Raúl Romero fue consultado por uno de sus fans sobre si Ricardo Morán tuvo algo que ver con su salida de la conducción de programas de televisión.
Raúl Romero realizó transmisión en vivo en Facebook para deleitar a sus fans en cuarentena.
“¿Adolfo Aguilar y Ricardo Morán son los culpables de tu salida de la televisión?”, cuestionaron al líder de Los no sé quién y los no sé cuántos.
“No, para nada. Sé a donde vas con esa pregunta. Ellos sacaron El último pasajero y nos hicieron temblar muchísimo”, detalla Raúl Romero.
Raúl Romero inició su transmisión en vivo por Facebook vestido de esta manera.
“Después, nosotros contestamos con Canta si puedes y luego con Amigos y rivales volvimos a ganar bastante rating”, agrega el expresentador.
Tras esto, Raúl Romero deja al descubierto los motivos que lo llevaron a alejarse, hasta el día de hoy, de la pantalla chica.
“Mi salida de la televisión es por dos o tres motivos: porque busqué otras cosas en un canal y no salió bien, no vamos a buscar más motivos”, y agrega: “El principal factor de que hoy no esté en la tele soy yo. Y estoy bien así”.
Uno de los momentos más hilarantes de la transmisión en vivo de Raúl Romero fue cuando un usuario le pregunta: “Romerito, ¿crees que el comerse los mocos transmite la COVID-19?”
Raúl Romero dio consejos para prevenir el coronavirus.
Manteniendo la seriedad, Romero lanza una respuesta más descabellada que la propia pregunta.
“Mira, si son tus mocos, no vas a transmitir el coronavirus, puedes comértelos. El problema es cuando te comes los mocos ajenos; en ese caso, te recomiendo que los laves con jabón, con una solución con legía”.
“Me parece una buena pregunta, porque cuando uno ha estudiado muchas cosas nos gusta compartirlo”, sentencia el popular ‘cara de haba’.