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Espectáculos

Gilda: La trágica historia de la argentina que fue rechazada por su propio esposo

Gilda, una de las máximas exponentes de la movida tropical en Argentina falleció trágicamente cuando comenzaba a disfrutar del éxito.

Hace 22 años, una maestra de inicial abandonó el nombre de Miriam Alejandra Bianchi para nacer en los escenarios de la cumbia argentina, como Gilda. El proceso no fue sencillo, fue rechazada por el público, los productores, y hasta por su propio esposo. Sin embargo, esto no le impidió convertirse en “La reina de la bailanta argentina”.

Cuando nació el 11 de octubre de 1961, en Buenos Aires, sus padres Omar Bianchi e Isabel Scioli planearon darle el nombre de ‘Shyll’. Sin embargo, en las oficinas de Registro Civil le pidieron optar por un nombre más común, siendo registrada como Miriam Alejandra Bianchi. No obstante, en la vida común en familia no dejaron de llamarla Shyll.

Diez años después, su padre quedó hemipléjico y durante 6 años la familia pasó penurias, que se agravaron con la muerte de don Omar. Esta situación, la empujó a estudiar para maestra de inicial, aunque su sueño fue ser Pediatra. Por las tardes trabajaba medio tiempo para ayudar en los gastos de la casa.

Dos años después, a los 18, se casó con Raúl Cagnin, un pequeño empresario. El matrimonio entró en crisis cuando ella anunció su deseo de iniciar una carrera artística. Y terminaron separándose después de dos años y dos hijos juntos, Mariel y Fabricio.

Gilda

De Miriam Alejandra a Gilda

Alejandro Margulis, autor del libro “Gilda, la abanderada de la bailanta”, transcribe cómo fue la elección del nombre artístico que la haría famosa. Esto se produjo durante un casting con el productor peruano, José “Cholo” Olaya.

- ¿Cómo es que te llamás vos?

- Miriam. Miriam Bianchi.

- No sirve.

- Me dicen Gil...

- ¿Yil?

- Shyll.

- ¿Chil?

- Shyll, como Gil... de Gilda.

-Ah, ponete Gilda entonces. Te vas a llamar Gilda.

El despegue de su carrera como Gilda

La cantante argentina inició como corista de las cantantes tropicales Gladys “la Bomba” tucumana y Lía Crucet.

Su gran oportunidad, llegó en 1990 cuando conoció al tecladista y compositor Juan Carlos “Toti” Giménez, quien además de ayudarla en el lanzamiento de su carrera, se convirtió con el tiempo en su pareja.

En comparación con las cantantes de la época, Gilda no tenía el cuerpo voluptuoso de ellas. Sin embargo, logra destacarse por su voz y aspecto angelical.

Gilda

“Hay muchas cosas que me quedan por hacer. Creo que perder todas las expectativas es como morirse. […] Así fue como fuimos creciendo y, seguramente, vamos a seguir aprendiendo de este oficio que es bastante duro”, declaró alguna vez Gilda, cuando su carrera como cantante comenzaba a consolidarse.

La muerte de Gilda

Aunque el comienzo resultó difícil logró editar seis discos, cada uno más exitoso que el anterior, hasta que el 7 de septiembre de 1996 tras terminar un show en el estudio de Crónica TV, sube a un colectivo junto a sus hijos Fabrizio, de 8 años, y Mariel, de seis, su madre Doña Tita, y los miembros de su banda rumbo Chajarí, Entre Ríos.

Sin embargo, al llegar al kilómetro 129 de la ruta 12, son embestidos por un camión de carga conducido por el brasileño Renato Santana.

Gilda, su hija Mariel y su madre murieron por el impacto. El lugar de su muerte quedó convertido en un santuario dedicado a su recuerdo.

Gilda: La trágica historia de la argentina que fue rechazada por su propio esposo

Unas semanas antes, y como en un acto premonitorio Gilda grababa “No es mi despedida”, que se convirtió en uno de sus mayores éxitos póstumos.

“Quisiera no decir adiós, pero debo marcharme, no llores por favor no llores, porque vas a matarme".