Osvaldo Cattone vuelve a ser ‘André’ en El padre, la obra acerca de un hombre de más de ochenta años que empieza a padecer los síntomas del Alzheimer. Al actor le sorprendió que a pesar de ser una puesta en escena “profundamente dolorosa” fuera uno de los éxitos de La Plaza en el 2017. “Voy a cumplir 87 años, creo que hay muy pocos papeles brillantes en el teatro, más bien es una edad que invita al retiro. Pero yo no, porque tengo buena salud, tengo memoria, tengo presencia, tengo voz. Todavía estoy activo así que no pienso en retirarme”, dijo en la conferencia de prensa.
El padre se desarrolla en la misma casa, en 15 escenas a través de la mirada y de las emociones de ‘André’, lo que significa una montaña rusa. “Había noches en las que me quedaba tirado en el escenario. Llega un momento en el que uno no puede no participar de eso, ¿no? El actor se compromete, se mete en el papel, termina por suicidarse, ¿no? (sonríe). El personaje es un inconsciente”.
Cattone ya tiene programadas hasta enero las obras que se estrenarán en el Marsano (luego sigue Respira dirigida por Roberto Ángeles). “Descansaré después de hacer una obra, además aburriría al público, se cansarían de verme”.
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Apenas el también productor teatral escuchó un elogio a su vitalidad, recordó que hace 30 años le mencionan sobre su retiro. “¿A qué le llamamos anciano? Tengo mis dientes, mi pelo, pienso que si uno está entero, tiene que seguir trabajando, ¿no? La muerte va a llegar para todos, no sabemos cuándo. O sea, pienso que lo de la edad es absolutamente relativa. Yo no sé que es una depresión, un dolor de cabeza. He tenido la suerte y la habilidad, nunca he tomado drogas, no tomo alcohol, me cuido mucho. ¿Por qué me voy a retirar si puedo hacer esto todavía?”.
En ese sentido, Vanessa Saba –que ingresa al elenco– lo definió como “una institución” del teatro nacional. Y es que Cattone sigue rompiendo cualquier prejuicio o paradigma. “¡Yo me alegro de romperlos! Estoy vivo y estoy bien. Ahora, es probable que si sigo viviendo mucho tiempo, no lo sé, llegue un momento en que no tenga más energía, más fuerza, más lucidez, pero ¿por qué me voy a adelantar? Es ridículo querer matarme antes de tiempo. Me parece que eso no es justo. Yo creo que más bien, la gente debería tomarme como un ejemplo. Hay que tener energía capacidad, voluntad, ganas, ilusión. Me levanto en la mañana contento de no haberme muerto en el sueño: tengo un día por delante, un día con cosas malas o con cosas buenas”.
De hecho, ya está pensando en el rol protagónico en El rey se muere, que dirigirá Edgar Saba en enero. “Para mí, El padre casi te diría que es pasado, ya estoy pensando en lo que viene y a lo mejor no voy a llegar, me voy a morir. Lo que quisiera es morirme sano, morirme de golpe, no padecer senectud, padecer esa decadencia es lo terrible, no poder valerse por sí mismo, necesitar a una persona que te bañe, ¡eso no!”.