En los últimos meses, la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS) ha informado sobre la disolución de varias Cooperativas de Ahorro y Crédito (Coopac) , que son entidades asociativas que se dedican a captar el ahorro y otorgar préstamos a sus socios cooperativos. Tan sólo la semana pasada, 9 de estos organismos fueron clausurados. Pero, ¿Cuáles son los motivos detrás de estos cierres cada vez más frecuentes?
De acuerdo con información proporcionada a La República, hasta la fecha, 137 cooperativas han sido disueltas. Del total, 115 (84%) lo fueron por encontrarse incursas en la causal de inactividad, mientras que 22 (16%) por pérdida total del capital social y de la reserva cooperativa, en este caso 89 por no remitir estados financieros por dos trimestres consecutivos y 26 por la paralización de funcionamiento de su local principal por más de 15 días.
Oscar Basso, superintendente adjunto de cooperativas de la SBS, señaló que las intervenciones han seguido diversos procedimientos según el tamaño de las cooperativas. En las situaciones de pérdida de capital social y reservas, la regulación permite la intervención sólo cuando cuando alcanzan el 100%, a diferencia de otras entidades financieras como la banca y las cajas municipales.
“La regulación es menos estricta, pero también indica que el estado en el que está la cooperativa al ser intervenida está mucho más deteriorado. La ley también establece que cuando la SBS interviene a las de nivel 1 o 2, los socios tienen hasta 30 días para poder levantar esa causal y puedan capitalizar la cooperativa y que siga funcionando. Sino entra en proceso de disolución”, indicó en diálogo con este medio.
No obstante, cuando se trata de las Coopac inactivadas, la disolución se certifica directamente después de ser visitadas por un notario durante dos semanas seguidas.
Cabe señalar que, de las cooperativas de Nivel 1, que son las que manejan activos de hasta S/2 millones (600 UIT), 107 son las que han cesado por encontrarse no operativas, lo que representa la cifra más alta por cierres. Por su lado, 12 del Nivel 2, que son las que acumulan activos por aproximadamente S/321 millones (65.000 UIT), han cerrado por pérdidas totales, y con respecto a las del nivel 3, con un capital superior a los S/321 millones, solo 3 reportaron su intervención por el mismo motivo.
Con la disolución e intervención de una cooperativa, los socios ya no están habilitados para realizar operaciones o pagar un crédito. En este sentido, la SBS designa nuevos administradores temporales para prevenir acciones judiciales y asegurar que todos los activos sean devueltos a los ahorradores. Sin embargo, la información completa sobre los activos de las Coopac y las pérdidas se obtendrá recién durante esa investigación.
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“Cuando una cooperativa ha perdido todo su capital quiere decir que es muy probable que haya perdido parte de los ahorros también de sus socios. Por lo tanto es muy probable que los activos no alcancen para devolver el 100% de los depósitos”, advierte Basso.
En este contexto, recalca la importancia de que los ciudadanos reconozcan que son socios y no clientes dentro de una cooperativa, lo que implica asumir un papel más activo en la entidad a la que pertenecen. Por otro lado, la SBS actualmente supervisa legalmente a 292 cooperativas en el sistema financiero para garantizar su solvencia.