Los temores a una desaceleración de la economía global, aunados a la decisión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) de recortar para octubre los 100.000 barriles diarios de suministro que había decidido añadir hace apenas un mes, durante su reunión de agosto, están impulsando los precios del crudo internacional a la baja ante un posible tropezón de la demanda global.
Así, el precio del barril West Texas Intermediate (WTI) para entrega en octubre se derrumbó 5,68% ayer miércoles a un mínimo desde inicios de enero, mucho antes de iniciada la invasión de Rusia a Ucrania –detonante tras la pandemia para el encarecimiento del oro negro–, y culminó en US$81,84 en la Bolsa de Nueva York.
En diez días, el barril de la costa del golfo de Estados Unidos, referencial para la región que incluye al Perú, perdió 16% de su valor. Por su parte, el barril del Brent del mar del Norte –marcador utilizado en la zona europea, la más afectada por los resquicios del bloqueo energético de Putin– en octubre cedió 5,30% hasta los US$88.
Esta reacción pesimista en el mercado de óleos responde a los datos negativos de la economía de China, que ha registrado un crecimiento mermado de sus exportaciones en la línea de 7,1% a 12 meses en agosto contra 18% en el año móvil a julio.
Los envíos de crudo al gigante asiático se recortaron hasta en un 4,7% desde inicios del 2022 frente a similar periodo del año pasado, mientras las importaciones de los derivados como la gasolina se precipitaron 15,9%.
El gobierno chino informó que la política estricta funcionó, debido a la baja de contagios que registró el último día de mayo (29), con respecto a los de abril (27.000). Foto: AFP
A ello debe agregarse la política de cero casos COVID-19 del gobierno de Xi Jinping, que ha puesto en marcha una nueva ola de restricciones sanitarias y confinamientos que afectan a cientos de millones de ciudadanos chinos, quienes en consecuencia dejarán de operar sus industrias y demandar petróleo al mercado.
El gobierno de Rusia, por su parte, advirtió esta semana que no entregará más crudo ni gas a los países que decidan ponerles un tope a los precios de sus hidrocarburos como mecanismo de sanción, justo cuando el G7 y la Unión Europea se preparan para adoptar esta medida en su próxima reunión. Una clara muestra de endurecimiento a días de haber cerrado la válvula del Nord Stream 1 que alimentaba a Alemania en vísperas de la temporada invernal.
Cabe señalar que, con esta nueva caída, el barril referencial de Estados Unidos cruzó una barrera técnica preocupante: el precio promedio del crudo en 50 días está por debajo del precio promedio en un lapso de 200 días, un fenómeno conocido como “la cruz de la muerte” (death cross) que indica en general un mercado que revierte su tendencia y, en este caso, se pone a la baja.
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En nuestro país, los precios de referencia de la mayoría de combustibles derivados del petróleo volvieron a caer esta semana, según Osinergmin. El gasohol 95 cayó de S/10,98 a S/10,66, mientras el gasohol 90 hizo lo propio al descender desde S/10,52 a S/10,19. El diésel sí progresó de S/15,04 a S/15,18.
Es importante subrayar que los precios mayoristas de los principales combustibles completaron, al cierre de agosto, 9 semanas consecutivas a la baja. Así, en este periodo retrocedieron hasta -24,44%, lo que equivale a una reducción de S/6,63 por galón, según datos de Petroperú.
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