De acuerdo con CooperAcción, en lo que va de abril de 2022, la mayoría de las cotizaciones de los principales metales que exporta el Perú continúan en ascenso y en algunos casos se presentan niveles excepcionales.
El organismo señaló que se prevé que las cotizaciones continúen en ascenso debido a múltiples factores como: la demanda global, el descenso de la pandemia y avance de la vacunación, la reactivación de la economía mundial y la flexibilización de las restricciones de movilidad.
Asimismo, el conflicto entre Rusia y Ucrania ha tenido, en el corto plazo, una tendencia al alza en los metales básicos, debido al impacto del precio de la energía dentro del costo de producción y a los temores sobre el efecto que significaría dicho conflicto y las sanciones impuestas a Rusia sobre la cadena de suministros.
Durante el 2021, la cotización de los metales (cobre, oro y estaño) en el mercado internacional alcanzó un nivel máximo histórico tras la caída registrada en el 2020 por los efectos de la propagación de la COVID-19. El cobre (50,82%) creció por segundo año consecutivo; el zinc (32,57%), plomo (20,55%) y estaño (88,93%) se recuperaron. El precio del oro (1,68%) mantuvo la tendencia ascendente iniciada en el 2016, al igual que la cotización de la plata (22,61%) que creció por tercer año consecutivo.
PUEDES VER: Indecopi sanciona con S/17 millones 240.000 a empresas por concertar precio del pavo en Navidad
En el caso del precio del cobre, luego de una caída abrupta al inicio de la pandemia en marzo y abril del 2020, su cotización en adelante ha experimentado un crecimiento sostenido, alcanzando niveles, incluso, superiores a los del último superciclo de precios ocurridos diez años atrás.
En lo que va de abril de 2022, el precio del cobre ha alcanzado el mayor nivel desde que comenzó el nuevo superciclo (abril del 2020), con 4.68 US$/libra, lo que significa que el cobre ha registrado un incremento acumulado de 11,2% considerando los últimos doce meses.
Los inventarios de cobre han continuado cayendo a mínimos de varios años, reflejando los problemas de oferta asociados a las interrupciones de la cadena de suministros, la inflación de los insumos y la escasez de mano de obra en algunos países. De otro lado, la demanda continuará sostenida por la recuperación de las economías desarrolladas, y la mayor demanda de las “industrias verdes”.
En contraparte, el mercado del metal rojo también enfrenta presiones a la baja, sustentadas en la menor demanda estacional de China y la mayor oferta de la chatarra de cobre, incentivada por los precios más altos, proporcionando a los consumidores una opción de materia prima alternativa. Además, persisten los temores de una menor demanda del maleable que se asocia a una probable desaceleración brusca de la actividad inmobiliaria del gigante asiático.
La cotización del oro presenta una situación bastante favorable y en abril de 2022 registró un valor promedio de US$ 1.935 la onza. Desde el 2019 la cotización del oro ha presentado una subida sostenida debido a la mayor demanda de los inversionistas por este mineral como activo de refugio en un contexto de alta incertidumbre y tensiones geopolíticas; y se ubica en niveles similares a los registrados durante el superciclo de los commodities.
Por último, el zinc cotizó en US$ 1,98 en lo que va de abril. Dicho mineral está en aumento desde marzo de 2020. El zinc alcanzó niveles máximos en más de quince años apoyado por el agravamiento de los choques en la oferta, en particular en Europa. Por el lado de la demanda, esta también va en ascenso debido a la recuperación económica en Estados Unidos y Europa y los anuncios de China de un mayor gasto en infraestructura.
“Este escenario favorable en los precios de los minerales en el 2021 y en lo que viene del 2022, viene generando una mayor recaudación tributaria de este sector en promedio, a pesar de la menor producción”, señaló CooperAcción en una nota de prensa.
Asimismo, la organización acotó que los principales impactos del sector minero son, además de la entrada de divisas por exportaciones a la economía nacional e inversiones mineras, debido al pago de impuestos, en donde este sector es especialmente relevante en el escenario nacional. Luego, en menor medida, a través de la generación de empleo y concatenación con otros sectores económicos en donde su impacto es limitado.
“De lo anterior, que sea importante analizar la pertinencia de una mejora en el esquema tributario minero durante el actual superciclo de precios”, sentenció.