Desde el 16 de marzo de 2020 la frontera terrestre entre Tacna y Arica fue cerrada a causa de la pandemia de la COVID-19. Antes del cierre, cada fin de semana o feriados, miles de turistas chilenos llegaron a Tacna buscando tiempo de esparcimiento, atención médica y probar la variada gastronomía local.
El presidente de la Cámara de Turismo de Arica, Ricardo Jorquera Dinamarca, relató que en los últimos seis meses algunos sectores comerciales de su ciudad registraron un aumento de ventas entre un 40% y 60%. En especial se beneficiaron los rubros electrodomésticos y alimentos.
Jorquera explicó que también se ha evidenciado el aumento de la demanda de servicios médicos. Antes del cierre de la frontera, los ciudadanos chilenos recurrían a clínicas privadas en Tacna para atenciones dentales, oftalmológicas e intervenciones quirúrgicas de menor complejidad. En la actualidad la oferta médica de Arica no se da abasto. Jorquera detalló que incluso existen listas de espera de uno a dos meses para intervenciones menores. “La oferta médica nunca se ha dado abasto y es por eso que la gente de Arica acudía en masa a Tacna. “, declaró.
A las ventas, se suma el fin de la vigencia del toque de queda en Chile y el inicio en Arica de la fase 3 del plan de reactivación del Gobierno chileno, lo cual permitirá mayores aforos en los establecimientos comerciales y restaurantes.
Aunque a simple vista pareciera que el cierre de la frontera pudiera tener un efecto positivo en la recuperación de los negocios ariqueños gracias al consumo interno, Jorquera sí considera necesario que el paso terrestre entre ambas ciudades sea abierto en un futuro.
“Todo turista nacional que venía al norte de Chile, llegaba a Arica y hacía su viaje indispensable a Tacna. Con el cierre, hay una limitación en la parte turística y además la gente de Santiago dejó de llegar a Arica por los altos costos de la tarifa aérea”, declaró.
Explicó que Tacna y Arica son ciudades fronterizas que se complementan. Aún el control de la pandemia no se ha logrado, pero Arica tiene alrededor del 82% de su población vacunada contra el virus y en agosto inició la aplicación de tercera dosis de refuerzo.
En Tacna, según el Repositorio Nacional de Información en Salud, el 54.4% de la población objetivo (319 930 personas) han recibido las dos vacunas. Jorquera sostuvo que aún no existen las condiciones sanitarias para la reapertura de frontera, sin embargo el avance de las inmunizaciones será un indicador importante para esa meta.
Por ahora su ciudad enfrenta un problema social y de salud a causa del ingreso de extranjeros por pasos ilegales en el norte de Chile. La Municipalidad de Arica decretó Emergencia Comunal para “mitigar el impacto de esta crisis en la ciudad”, en materia de salud, acción social y prevención en seguridad pública.
Sus atenciones médicas, en el nivel primario, han aumentado en un 100% respecto al número de usuarios migrantes que llegan huyendo de las crisis políticas o económicas en sus países. La municipalidad de Arica cubre el costo de esas atenciones, pero ha pedido al Gobierno Chileno su intervención o la declaratoria de emergencia.
Jorquera teme que esa problemática social y sanitaria pueda generar que Arica retroceda en su plan de activación y el control de la pandemia.