A un año del estado de emergencia, los fraudes digitales fueron los principales actos cometidos por los delincuentes hacia los usuarios del sector financiero.
Esto se debió a que cada vez más personas optaron por realizar sus compras y negocios en línea, situación que se ha incrementado debido a la pandemia.
Según la Encuesta Global sobre Fraude y Delitos Económicos 2020 de PwC, el costo total de este tipo de crímenes fue de $ 42.000 millones en tan solo dos años.
En el Perú, apuntó Fortinet, el aumento de virus cibernético ha crecido significativamente: en marzo del 2020 incrementó en un 131% en comparación al 2019. De igual manera, nuestro país ha sufrido más de 613 millones de intentos de ciberestafas hasta junio del último año.
De acuerdo con la Asociación de Bancos del Perú (Asbanc), en el 2020, el 38% de los montos de fraudes en tarjetas de crédito y débito se realizaron por internet como páginas web de comercios, de compras, entre otros.
Por otro lado, el costo por estos delitos para la región, añadió el último estudio de Forbes, ascendió a $ 2,1 billones al 2019. En el caso de Perú, se predijo que sería uno de los países más afectados con pérdidas de hasta $ 4.782 millones.
“En el sector financiero, el fraude y la estafa se encuentran relacionados con la acción desarrollada por delincuentes, quienes buscan, a través de engaños, apropiarse de los fondos de los ahorristas o utilizar sus líneas de crédito en beneficio propio, aprovechándose del desconocimiento o distracción de los usuarios”, indicó Eva Céspedes, directora de Relaciones con el Consumidor de Asbanc.
Con información de Asbanc y Llorente y Cuenca.