Este lunes, el precio del barril de Brent superó los 65 dólares al cierre por primera vez en más de un año. En tanto, el WTI quedó en un máximo en igual periodo al ser impulsado por las perturbaciones en la oferta debido a la ola polar en Estados Unidos.
El barril de Brent del mar del Norte para entrega en abril cerró en 65,24 dólares en Londres con ganancia de 3,70%, un nivel máximo desde el 9 de enero de 2020. Por su parte, el barril de WTI para marzo, en su última jornada como referencia del mercado, subió 3,80% a 61,49 dólares, un máximo desde el 7 de enero de 2020.
Los precios siguen sostenidos por el impacto de una ola de frío polar que golpeó la semana anterior al estado de Texas, principal productor de crudo estadounidense. Según Carsten Fritsch, analista de Commerzbank, este evento climático extremo “llevó a que se detuviera el 40% de la producción petrolera del país”.
“La ola (polar) probablemente impactó la producción de Texas de una forma más importante de lo que esperaban los mercados (...). Globalmente, también vemos cada vez más Gobiernos reabriendo sus economías, lo cual aumentará la demanda”, indicó Andy Lipow, de Lipow Oil Associates.
Al mismo tiempo, una nota publicada por el banco de negocios Goldman Sachs el domingo aumentó el optimismo de los inversores sobre las cotizaciones del oro negro.
Los analistas de dicho grupo estimaron que los precios del Brent alcancen 70 dólares y 75 dólares antes de lo previsto, ya que esperan que la OPEP tarde en aumentar la producción tras sus recortes del 2020 aún vigentes.
“Prevemos que los precios del crudo subirán antes y más, sostenidos por stocks menores y costos operativos más importantes”, según el estudio de Goldman Sachs enviado a la AFP.
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