El anuncio de la disolución del Congreso de la República ha motivado a que las principales calles del Centro de Lima sean cerradas para garantizar seguridad.
Rejas que impiden ahora el tránsito por centros de negocio como el Jirón de la Unión y la avenida Abancay han perjudicado a los comerciantes, dueños de negocios y también grandes empresas, quienes han registrado una importante baja en sus ingresos.
La calle del Damero de Pizarro que antes recibía 1 millón de personas por día ahora solo llega a las 300 mil personas según precisó Mas’ad Abu Shaybeh, miembro de la Asociación de Comerciantes del Jirón de la Unión, para el diario Gestión
Las calles con más baja en sus ingresos hasta la fecha, asegura, han sido las cuadras 4 y 5, siendo los pequeños locales exclusivamente concentrados en el Centro de Lima, los más perjudicados.
Cerca al Palacio Legislativo se vive una situación similar de malestar entre los comerciantes quienes aseguran que las ventas han disminuido hasta en más del 50%. Otros comercios, precisan, no han realizado siquiera algún tipo de venta.
“Nos están afectando terriblemente” resaltó la dueña de un negocio de venta de vitrinas y soportes metálicos.
El temor a las protestas que se han concentrado en los últimos días en la avenida Abancay es otro de los factores que impide que las personas se acerquen a los comercios que rondan por ahí. Así lo expresó una comerciante quien no dudó en manifestar su malestar por esta situación que viene perjudicando su economía: “Que esto ya acabe, somos los perjudicados, las deudas no perdonan. Pido al Presidente y excongresistas que paren esto. El Perú no puede seguir así”.