La gaseosa Inca Kola y el chifa son una de las combinaciones más populares entre los peruanos. El sabor dulce de esta bebida suele producir placer en el paladar de las personas que visitan los restaurantes para comer un arroz chaufa u otro platillo de comida fusión china-peruana. Sin embargo, no siempre fue así. Ya que, anteriormente, se acompañaba estas comidas con una taza de té, según detalló el historiador y creador de contenido cultural Merlín Chambi, a través de su canal 'La biblioteca de Merlín'.
A continuación, te contamos en qué momento dicha soda consiguió imponerse sobre la tradicional infusión y cómo se convirtió en una de las costumbres peruanas más particulares del país.
El historiador Merlín Chambi dio a conocer que, a comienzos del siglo, las clases acomodadas de Lima tenían la tradición de consumir té, ya que esta bebida brindaba cierta elegancia.
La costumbre se mantuvo por varios años entre los grupos más pudientes de la capital. Además, existían ciertos escenarios que eran preferidos por las élites para consumir dicha infusión y dialogar sobre temas coyunturales o culturales.
Las personas pudientes contaban, incluso, con una hora en particular del día para organizar los encuentros, puesto que solían juntarse cada tarde a las 5.00 p.m. en lugares como el Palais Concert del jirón de la Unión —actualmente en dicho establecimiento funciona una tienda Ripley—.
En la primera mitad del siglo XX, se buscó extender esta costumbre en otros restaurantes orientales más populares y concurridos por la población, como los chifas. Sin embargo, la combinación de la infusión con los platillos que se servían no tuvo acogida.
Las élites limeñas solían reunirse en el Palais Concert, donde hoy funciona una tienda de Ripley, para tomar té y hablar sobre las noticias del momento. Foto: Deviajes.Perú
En 1935, en el marco de las celebraciones de los cuatrocientos años de la fundación de Lima, se lanzó al mercado la primera Inca Kola. Esta gaseosa, creada por una familia de apellido Lindley, se ganó el cariño del público en pocos años. Su sabor dulce y color dorado conquistó el paladar de los comensales.
Desde su aparición, comenzó a estar presente en las mesas de los chifas junto con los deliciosos platillos orientales. Fue así que, en poco tiempo, desplazó al té y se convirtió en la bebida más pedida de los restaurantes chinos.
Desde su lanzamiento en 1935, los peruanos suelen pedir una Inca Kola cuando comen en un chifa. Foto: composición La República / referencial / cookpad
Pero, ¿por qué la prefieren? Las versiones más aceptadas mencionan que dicha preferencia proviene de dos razones principalmente: la reducida cantidad de gas y el ligero sabor a hierba luisa, según detalló Merlín Chambi.
El historiador y creador de contenido digital de temas culturales también precisó que esta versión se puede encontrar en el libro “Los chifas en el Perú: historias y recetas”, de la periodista Mariela Balbi.
El origen de la gaseosa Inca Kola se remonta a 1910. Aquel año, el matrimonio británico, conformado por José Lindley y Martha Stoppanie, creó en el Perú la Fábrica de Aguas Gaseosas la Santa Rosa. Este emprendimiento vendía bebidas de todo tipo de sabores.
Luego de 25 de años de trabajo, la familia decide lanzar el 18 de enero de 1935 el producto Inca Kola. Su lema fue: “Inca Kola solo hay una y no se parece a ninguna”. El diseño de la presentación estuvo inspirado en la cultura Inca. En tanto, el color del líquido se eligió para que represente el sol.
Isaac Lindley fue el empresario que pudo superar conseguir que Inca Kola sea la bebida más famosa del Perú. Foto: composición El Popular
Isaac Lindley, hijo de José Robinson Lindley y Martha Stoppanie, fue un visionario empresario peruano. A la edad de ocho años empezó a trabajar como lavador de botellas en la Fábrica de Aguas Gaseosas de la Santa Rosa, una empresa de bebidas gasificadas fundada por su padre en 1910.
Años más tarde, tras la muerte del patriarca de la familia y sus cuatro hermanos, Isaac Lindley asumió la dirección del negocio familiar, posición que ocupó por más de cuarenta años. Víctima de un paro cardíaco, falleció el 18 de octubre de 1989, tras dejar un gran legado y haber cumplido su más grande sueño: convertir a Inca Kola en la bebida líder del Perú.
Foto: Perú Retail