Lanzada en 1998, la Estación Espacial Internacional (EEI) sirve como un amplio laboratorio fuera de la Tierra. Sin embargo, como todo llega a su fin, la NASA ha anunciado que SpaceX, empresa del multimillonario Elon Musk, va a desmantelar pronto a la histórica nave.
Axiom Space y Blue Origin, este último del magnate Jeff Bezos, destacan como los posibles sucesores de la EEI a partir del 2030. Por su parte, SpaceX ha asegurado un contrato de $843 millones para desarrollar el US Deorbit Vehicle, que destruirá la nave que orbita la Tierra, operada por múltiples socios comerciales de todo el mundo.
La NASA anunció que ha elegido a la empresa SpaceX, del magnate Elon Musk, para construir una nave espacial que transportará las partes de la Estación Espacial Internacional (EEI o ISS por sus siglas en inglés) de regreso a la Tierra. Pronto, la gigantesca estructura descansará en el océano Pacífico tras su retiro en 2030, tan solo en seis años más.
"Esta decisión también respalda los planes de la NASA para futuros destinos comerciales y permite el uso continuo del espacio cerca de la Tierra”, subrayó Ken Bowersox, administrador asociado de la Dirección de Misiones de Operaciones Espaciales en la sede de la NASA en Washington. A su vez, aseguró: “El laboratorio orbital sigue siendo un modelo para la ciencia, la exploración y las asociaciones en el espacio para el beneficio de todos”.
La empresa de Elon Musk ha asegurado un contrato con un valor potencial de 843 millones de dólares para desarrollar y entregar el US Deorbit Vehicle, la nave espacial encargada de esta misión de desmantelamiento.
Con la órbita terrestre de fondo, la Estación Espacial Internacional fue fotografiada por un miembro de la tripulación en 2010. Foto: NASA
"La selección de un vehículo de desorbitado estadounidense para la EEI ayudará a la NASA y a sus socios internacionales a garantizar una transición segura y responsable a la órbita terrestre baja al final de las operaciones de la estación", afirmó Bowersox. La agencia espacial de los Estados Unidos tomará posesión de la nave una vez construida por SpaceX y supervisará las operaciones.
Con un peso de 430 toneladas, la Estación Espacial Internacional es la estructura más grande jamás construida en el espacio. Mide aproximadamente 109 metros de extremo a extremo, similar a un campo de fútbol americano, y completa una vuelta alrededor de la Tierra cada 90 minutos a 28.000 kilómetros por hora. La EEI puede albergar a seis astronautas a la vez, aunque ha llegado a tener hasta 10 personas durante cambios rutinarios de tripulación.
Basándose en observaciones de cómo otras estaciones como Mir y Skylab se desintegraron al reingresar a la atmósfera, los ingenieros de la NASA anticipan que la ISS se desintegrará en tres etapas. Primero, se desprenderán los paneles solares y los radiadores; luego, los módulos individuales se separarán de la estructura principal; finalmente, la estructura principal y los módulos se desintegrarán. Aunque gran parte del material se vaporizará, se espera que algunos fragmentos grandes sobrevivan, por lo que la NASA apunta a Punto Nemo, una zona remota del océano Pacífico conocida como el cementerio de satélites y naves espaciales, según AFP.
El primer segmento de la Estación Espacial Internacional se lanzó en 1998 y ha estado habitado continuamente por una tripulación internacional desde 2001. Estados Unidos, Japón, Canadá y los países de la Agencia Espacial Europea (ESA) se han comprometido a operar el laboratorio de microgravedad hasta 2030. Rusia, por su parte, solo hasta 2028.
En abril, el mandamás de la NASA, Bill Nelson, informó al Congreso sobre la necesidad de desarrollar un vehículo de desorbitación estadounidense, dada la tensión en las relaciones entre Estados Unidos y Rusia. La creación de este vehículo garantizaría que la estación descienda de manera segura.
Mientras tanto, varias empresas están trabajando en sucesores comerciales de la ISS. Entre ellas, destacan Axiom Space y Blue Origin, la empresa de Jeff Bezos, que buscan continuar con la presencia humana en la órbita terrestre baja una vez que la Estación Espacial Internacional sea retirada.
La Estación Espacial Internacional pieza por pieza. Foto: NASA
Según un comunicado de la NASA, desde 1998, la CSA (Agencia Espacial Canadiense), la ESA (Agencia Espacial Europea), la JAXA (Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial), la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio, y la Corporación Espacial Estatal Roscosmos han operado la Estación Espacial Internacional. Cada organismo internacional, con sus propios astronautas, es responsable de gestionar y controlar el hardware que proporciona la nave.
"La estación fue diseñada para ser interdependiente y depende de las contribuciones de toda la asociación para funcionar. Estados Unidos, Japón, Canadá y los países participantes de la ESA se han comprometido a operar la estación hasta 2030. Rusia se ha comprometido a continuar con las operaciones de la estación al menos hasta 2028. La salida segura de la Estación Espacial Internacional es responsabilidad de los cinco países espaciales", apuntó la NASA en el mismo documento entregado a los medios.
Los miembros de la expedición 37 de la NASA en el módulo Kibo de la Estación Espacial Internacional en 2013. Foto: NASA
La Estación Espacial Internacional (EEI), lanzada en 1998, ha sido un laboratorio espacial importantísimo, pero su retiro está programado para 2030. La NASA ha elegido a SpaceX, de Elon Musk, para desmantelar la EEI y desarrollar el US Deorbit Vehicle, una nave que desintegrará la estación en tres etapas y llevará sus restos al océano Pacífico, específicamente a Punto Nemo. A partir de 2030, Axiom Space y Blue Origin, de Jeff Bezos, son los principales candidatos para continuar con la presencia humana en la órbita terrestre baja. SpaceX ha asegurado un contrato de $843 millones para esta misión.
Desde su lanzamiento, la EEI ha sido operada por la NASA, Roscosmos, la ESA, JAXA y la CSA, con contribuciones internacionales que han mantenido su funcionamiento. La estación pesa 430 toneladas y tiene una longitud de 109 metros, completando una vuelta a la Tierra cada 90 minutos a una velocidad de 28,000 kilómetros por hora. La estructura puede albergar hasta seis astronautas y ha sido un modelo de cooperación internacional en ciencia y exploración espacial. Las empresas mencionadas buscan continuar esta misión con estaciones espaciales comerciales tras el retiro de la EEI.