Efectos de la COVID-19. Un estudio científico de RAND Corporation, organización sin fines de lucro de investigación y desarrollo, mediante la publicación de una encuesta en la revista JAMA Network Open, a cargo del sociólogo Michael Pollard, expuso que los estadounidenses beben un 14% (0,74 días) más de alcohol en esta etapa de la pandemia.
Tres semanas después del 21 de marzo de 2020, cuando Nielsen Company —empresa de Estados Unidos de información, datos y medición que opera en más 100 países— informó que la venta de alcohol subió en un 54% más en comparación al 2019, la Organización Mundial de la Salud (OMS) expresó su preocupación por las posibles conductas de riesgo de la ciudadanía.
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Y no es para menos, puesto que, según los nuevos datos estadísticos, el consumo excesivo de alcohol de las mujeres —en otras palabras, cuatro, cinco o más tragos de más en dos horas— aumentó en un 41% respecto al 2019.
“Además de una variedad de asociaciones negativas para la salud física, el consumo excesivo de alcohol puede provocar o empeorar problemas de salud mental existentes, como ansiedad o depresión que pueden estar aumentando durante el COVID-19″, se puede leer en un apartado del documento.
La muestra analítica del American Life Panel (ALP) de RAND Corporation cuenta con 6.000 participantes, detalla el artículo científico. Ellos firman todos los años un consentimiento, pero solo un porcentaje de los involucrados llena las encuestas.
Michael Pollard dijo que su equipo de investigación había escuchado comentarios de personas que confesaban beber más alcohol en confinamiento. La información recabada comprueba con más minuciosidad aquello que aseguraban.
No obstante, en este estudio llamado “Cambios en el consumo de alcohol en adultos y sus consecuencias durante la pandemia de COVID-19 en los EE. UU.” se recomienda: “Los sistemas de salud pueden necesitar educar a los consumidores a través de los medios impresos o en línea sobre el aumento del consumo de alcohol durante la pandemia e identificar los factores asociados con la susceptibilidad y la resistencia a los impactos de COVID-19”.
En el 2019, la ingesta de alcohol etílico por mes registró un promedio de 5,48 días, una cifra que en 2020 ha crecido en los Estados Unidos, pues el promedio actual es de 6,22 días. En cuanto a las mujeres, la curva estadística ascendió en un 17%: de 4,58 días a 5,36 días por mes.
Dicho de otro modo, tres de cada cuatro estadounidenses beben un día más de lo normal, aproximadamente, según el estudio citado.
Por otro lado, las mujeres —de acuerdo con la encuesta— afrontaron más dificultades en relación al alcohol: toma innecesaria de riesgos ante la ebriedad o el perjuicio de relaciones personales. Esta situación se elevó en un 39%.
“(Esto es un) indicativo de un aumento de los problemas relacionados con el alcohol. independientemente del nivel de consumo de casi 1 de cada 10 mujeres”, se apuntó.
En total, la investigación científica incluyó a 1.540 adultos, a quienes les preguntaron entre mayo y junio sus hábitos de bebidas. Una vez obtenidos los datos, se compararon con los del 2019 para llegar a una conclusión fidedigna.