Peruana transformó basural de SJM en un huerto y hoy triunfa con emprendimiento de plantas medicinales: "Nadie apostaba por esto"
En San Juan de Miraflores, un grupo de cinco mujeres adultas mayores convirtió un terreno abandonado bajo torres de alta tensión en un jardín comunitario de plantas medicinales que ha transformado parte del distrito.
- Línea 2 del Metro de Lima y Callao anuncia que operará con normalidad el 6 de diciembre tras reestructuración de mantenimiento
- Inicio de las vacaciones escolares a fin del 2025 en el Perú: Minedu informa cuándo termina el año escolar

En una de las zonas más olvidadas del distrito de San Juan de Miraflores (SJM), donde antes había un basural bajo la faja de servidumbre de torres de alta tensión, hoy crece un vibrante jardín de hierbas curativas que no solo embellece el paisaje, sino también refleja la esperanza de una nueva oportunidad de vida para cinco peruanas adultas mayores. Una de ellas es Lucinda De la Cruz, quien ha cambiado su vida, convirtiendo este espacio en un referente de agricultura sostenible y compromiso social en Lima.
Fundado en septiembre de 2019, el emprendimiento Praderas de Vida nació gracias a la colaboración entre ISA REP, Kunan, Misha Rastrera y La Muyita, quienes vieron en el terreno un potencial ignorado por otros durante años. “La ingeniera se acercó, nos propuso el proyecto y aceptamos. Antes era un basural por el que nadie apostaba, pero ahora tenemos varios clientes que nos buscan”, señaló Lucinda en conversación con La República.
TE RECOMENDAMOS
EL FRACASO DE LÓPEZ ALIAGA Y PLAYA LAS SOMBRILLAS EN RIESGO | FUERTE Y CLARO CON MANUELA CAMACHO
¿Cómo nació Praderas de Vida?
Lucinda De la Cruz es una vecina del asentamiento humano “Las Praderas”, quien a sus 62 años junto a otras mujeres adultas mayores aceptaron el reto de convertir un botadero en un huerto medicinal en septiembre de 2019. Hoy se definen como el primer jardín comunitario de plantas medicinales agroecológicas de Lima. “Un día aparecieron unos ingenieros de Misha Rastrera y nos propusieron el proyecto. Nos ayudaron a limpiar, preparar la tierra y hacer las parcelas. Poco a poco nos fuimos adaptando a las plantas y ellas a nosotras”, relató.
Durante la pandemia, el huerto se convirtió en un refugio para el grupo. A solo media cuadra de sus hogares, podían continuar su labor agrícola y ayudar a vecinos enfermos con plantas expectorantes. La emprendedora, madre y abuela, que antes del proyecto era ama de casa, considera que este espacio no solo cambió su rutina, sino también su salud y bienestar emocional.
“Antes de trabajar en el huerto estaba en casa. Entre estar en casa o el huerto, es mejor estar en el huerto. Es la mejor terapia porque a veces en casa todo duele y en el huerto uno tiene tanto por hacer que se olvida. Ahora todas tenemos una vida más activa”, mencionó.

Lucinda De la Cruz es una de las mujeres que cambió su vida transformando su barrio en el distrito de San Juan de Miraflores. Foto: Jhonatan Sánchez/La República.
¿Qué tipo de plantas cosecha Praderas de Vida?
El huerto está dedicado principalmente al cultivo de plantas medicinales, muchas de ellas provenientes de la sierra peruana. “Las hemos traído desde la sierra para adaptarlas aquí. Algunas prosperan y otras no, pero debemos intentarlo, porque ese es el objetivo del proyecto: que siga creciendo”, señaló.
La producción es totalmente natural, libre de químicos y pesticidas. El grupo utiliza compost propio y repelentes orgánicos preparados con insumos como ají, cebolla y kion. Además, cuentan con un deshidratador solar para procesar las hierbas, lo que les permite conservar la esencia y propiedades de cada planta.
“No sabíamos cómo procesarla. Hoy, tenemos un deshidratador solar. No tiene energía, funciona con el sol. En invierno padecemos un poco porque las hiervas demoran en secar, en verano es más fácil. A fines de 2019, la ingeniera nos vino a preparar para hacer el deshidratador y empezar a secar las hiervas porque ya había producción también”, agregó.

Praderas de Vida ofrece plantas medicinales y talleres de actividades relacionadas con la cosecha. Foto: Jhonatan Sánchez/La República.
¿Qué tan rentable es Praderas de Vida?
Aunque Praderas de Vida aún no genera ingresos suficientes para convertirse en su única fuente laboral, su valor trasciende lo económico. “No se puede vivir del proyecto, pero está creciendo y nos gusta. Es la mejor terapia, porque en el huerto no duele nada; siempre hay algo por hacer”, expresó.
Actualmente, las cinco integrantes del grupo continúan activas y entusiastas, compartiendo sus conocimientos con nuevos interesados y suministrando sus productos a empresas como Misha Rastrera. Además, ofrecen talleres en el propio huerto, donde enseñan a elaborar coronas navideñas con plantas, sahumerios, piezas tejidas y mezclas para infusiones.
Para Lucinda, este proyecto es un legado que espera continúe incluso cuando ellas ya no estén. “La mentalidad es que esto crezca y que otras personas lo sigan”, concluyó.

























