Cusco: niños con discapacidad reciben terapias en aulas hechas con material reciclado
Más de 120 pequeños del Programa de Intervención Temprana (PRITE) del Hospital Regional esperan que la Contraloría destrabe el proyecto para construir un local adecuado.
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En un rincón del Hospital Regional de Cusco, más de 120 niños, muchos de ellos con discapacidad o nacidos prematuramente, reciben terapias en ambientes precarios fabricados con material reciclado. Las estructuras están hechas con restos de cajas de madera donde antes se almacenaba material médico, triplay y puertas en desuso. Los techos, sostenidos por listones y amarrados con cuerdas, representan un riesgo permanente.
Cada día, decenas de padres acompañan a sus pequeños para que accedan a terapias de estimulación temprana, física, lenguaje y psicología en estos espacios improvisados, pero llenos de esperanza. “Antes, incluso atendíamos en carpas, sobre tierra y pasto”, recuerda Karin Rodríguez, directora del Programa de Intervención Temprana (Prite).
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Pese a las condiciones adversas, el esfuerzo del equipo profesional, integrado por especialistas comprometidos, no se detiene en su labor de prevenir, detectar y tratar a niños menores de tres años con discapacidad.
Proyecto trabado
Sin embargo, el sueño de contar con una infraestructura digna aún parece lejano. En el 2023, el gobernador regional de Cusco, Werner Salcedo, se comprometió a construir una nueva sede mediante la modalidad de obras por impuestos. Incluso, ya se cuenta con un terreno donado para el proyecto. No obstante, dos años después, no hay avances.

Más de 120 niños son afectados ante la falta de un espacio adecuado. Créditos: Luis Álvarez / URPI-LR
Según la directora del Prite, la Contraloría General de la República ha puesto trabas burocráticas que impiden el inicio de la obra. “No nos explican con claridad qué observaciones debemos levantar. Hay voluntad del Gobierno Regional para ejecutar el proyecto, pero la Contraloría nos corta este sueño”, lamenta Rodríguez.
En medio de estas dificultades, el próximo 23 de septiembre, el Prite celebrará su 30 aniversario al servicio de estos pequeños luchadores. Quienes, pese a las carencias, encuentran en este lugar olvidado un espacio de cuidado, compromiso y esperanza.























