Sociedad

El pueblo fantasma de Huancavelica que tiene "La mina de la muerte": ¿por qué abandonaron el lugar?

El pueblo fantasma de Huancavelica se ubica a 3.700 metros sobre el nivel del mar, en el corazón de la sierra central del Perú.

El pueblo fantasma de Huancavelica se encuentra en el corazón de la sierra central del Perú. Foto: composición LR
El pueblo fantasma de Huancavelica se encuentra en el corazón de la sierra central del Perú. Foto: composición LR

En el departamento de Huancavelica se encuentra un pueblo fantasma que alberga una de las minas más míticas de la historia peruana. Se trata de la mina Santa Bárbara, conocida popularmente como "La mina de la muerte". Este enigmático lugar se ubica a 3.700 metros sobre el nivel del mar, en el corazón de la sierra central del país.

El sombrío apelativo se debe a que varios indígenas perdieron la vida en los túneles de la mina Santa Bárbara. Ellos solían morir por derrumbes, envenenamientos con mercurio o agotamientos extremos causados por el duro trabajo que realizaban.

En la actualidad, la zona luce completamente abandonada. Tanto iglesias como colegios, casas y oficinas administrativas permanecen en estado de ruinas. Además, se ha clausurado el acceso a la mina desde que dejó de funcionar en la década de los setenta.

Huancavelica prepara postulación de mina Santa Bárbara como Patrimonio de la Humanidad | Noticias | Agencia Peruana de Noticias Andina

el pueblo Santa Bárbara quedó atrapado en el tiempo. Foto: difusión

Pueblo fantasma de Huancavelica tiene "La mina de la muerte"

Los documentos históricos indican que los trabajadores de Santa Bárbara fueron sometidos a condiciones laborales extremas y peligrosas con el fin de abastecer de mercurio a la corona española.

El virrey Francisco Toledo impuso este método de trabajo durante 3 siglos. También ordenó que la población indígena de entre 18 y 50 años que residían en un radio de 223 kilómetros debían trabajar un año a cambio de una escasa compensación económica.

"Dicha disposición forzó a gran cantidad de personas a movilizarse desde sus poblados de origen para trabajar en condiciones riesgosas e insalubres debido a la alta toxicidad del mercurio, los derrumbes de las minas y el riguroso clima, entre otros factores", argumentó el documento elaborado por el Ministerio de Cultura que se envió a la Unesco para postular el sitio como Patrimonio Mundial.

La historia del pueblo fantasma que dejó la 'mina de la muerte' y es uno de los lugares menos visitados del Perú - Infobae

En el departamento de Huancavelica se encuentra un pueblo fantasma que alberga una de las minas más míticas de la historia peruana. Foto: difusión

Según los planos del siglo XVIII, la mina Santa Bárbara poseía una compleja red de galería y socavones de gran extensión que no solo estaban dedicadas a la extracción del mineral, sino también incluía elementos de un verdadero pueblo. Porque en una de sus calles se podía encontrar una plaza donde se llevaban a cabo corridas de toros. Incluso había 5 capillas con altares para que los trabajadores asistan a misa, zonas de descanso y un centro de atención médica. Para tener una idea de las dimensiones de la mina, se puede mencionar que era posible andar en caballo por su interior.

¿Por qué se convirtió en un pueblo fantasma?

A pesar de contar con plantas concentradoras, hidroeléctricas y sistemas de cable carril para el transporte del mercurio, la mina Santa Bárbara cesó sus operaciones a mediados de los años setenta. No obstante, las oficinas administrativas y el complejo metalúrgico permanecen intactos en la ladera del cerro Chacclatana.

Suma a ello, el conflicto armado entre la guerrilla de Sendero Luminoso y las fuerzas de seguridad que se desarrolló entre 1980 y 2000 acabó por transformar al pueblo de Santa Bárbara en un auténtico pueblo fantasma.

Santa Bárbara: la mina del mercurio - Rumbos de Sol & Piedra

Los documentos históricos indican que los trabajadores de Santa Bárbara fueron sometidos a condiciones laborales extremas. Foto: Rumbo del Perú

Desde entonces, el pueblo quedó atrapado en el tiempo. Pero cada 4 de diciembre los pobladores que aún sobreviven regresan a la plaza para rendir homenaje a Santa Bárbara. Celebran una tradición que perdura a pesar de las sombras del pasado.